Capítulo 13. Somos Grey Days.

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"Unos matan por amor pero otros mueren por un beso."
Porta, "Así son las cosas."

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-No puedo hacer esto -toqué con mis dedos la guitarra.

-Sí que puedes, eh, Drew, ¿está todo listo? -le preguntó Maya.

-Sí, está todo -respondió echándose el pelo hacia un lado.

Llevaba una camiseta rasgada negra con el dibujo de un candado en color gris. Casi ganaba unos centímetros con las botas altas y oscuras que cubría mis pies y parte de mis tobillos. También llevaba unos pantalones cortos y unas medias de rejilla. Mis ojos llevaban mucha sombra y rímel oscuro y mis labios eran de un color rojo casi negro.
¿No era demasiado gótico?, hay grupos de muchos tipos, ¿qué coño le dio a April?

Estábamos todos extremadamente nerviosos en el Webster Hall. Y April me revisaba la ropa una y otra vez.

-¿Maya...? -la llamé muy nerviosa-, no creo que pueda hacerlo.

-Oh vamos, vas a estar deslumbrante. En los ensayos te lucías -sonrió-, lo vas a bordar.

-No sé yo... -suspiré mientas miraba el camerino de los chicos. April salió y detrás Kellin y Patrick. Kellin tenía el pelo alborotado y llevaba una camisa blanca con manchurrones negros y unos vaqueros rotos, mientras que Patrick solo tenía una camiseta negra con dibujos satánicos blancos y unos vaqueros iguales.
Y a juego una bandana negra en su pelo engominado hacia arriba.

-Qué pintas llevamos -suspiré y rieron.

-Es la magia de April -dijo Maya separando las manos y haciendo círculos con ellas para luego volverlas a juntar.
April rió.

-Guau, hay mucha gente -dijo Darrence acercándose.
Se me quedó mirando, levanté mi dedo índice y el meñique y puse una cara de zombie.
Nos reímos mientras que Owen llegaba sujetando una cámara.

-Dais miedo -dijo mirándonos a nosotros los góticos.

-Lo sabemos -dijo Patrick pasando un brazo por el cuello de Kellin.

Me dolía el estómago por los nervios.

-¿Se me permite vomitar? -dije. Se me estaba subiendo el café con leche que me tomé antes de salir.

Drew me agarró del brazo y me guió hasta el baño más cercano.

Drew se quedó fuera mientras yo vomitaba en el inodoro.
Cuando paré me lavé la cara en el lavabo.
«A la mierda el maquillaje», pensé mientras me miraba en el espejo.

-Toc-toc -dijo April entrando con un cepillo de dientes de usar y tirar y un pequeño bote de pasta dentífrica-, uy, cuando termines te maquillaré otra vez, pero date prisa, los que están tocando ahora acabarán pronto.

Asentí mientras agarraba lo que April traía en sus manos.
Drew se fue no sin antes frotarme los hombros sonriendo.

Me lavé los dientes lo más rápido y decente que podía y salí del baño. April me empujó al camerino y me maquilló al poco tiempo.

-Por favor, no vuelvas a vomitar -susurró.

-Lo intentaré.

-Oh, vamos, intenta tener un buen par de hipotéticos cojones, sal ahí y demuestra lo que vales -me agarró de los hombros-. Ya es hora de que el mundo sepa quién es Brooklyn Lowell.

-Joder, qué bien hablas -reí-. Está bien, no me comas.
Me levanté y salí.

-Chicos, tenéis que salir ya -dijo un hombre, con un auricular y una carpeta en sus manos, bastante agitado.
Asentimos y agarramos nuestros instrumentos.

Azulada ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora