II

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Lan QiRen y su sobrino están en medio de algún patio en Gusu Lan, se sorprenden al ver que las estructuras son todas de color negro, el uniforme de los discípulos y cintas de la frente son negras. También se sorprenden al ver que los discípulos habituales todos, tienen una mirada fría y sin expresión. Pero es aterrador ver que tienen sus bocas cocidas y de las heridas hilos de sangre se arrastran. No hay ningún ruido ni siquiera cuando caminan. La niebla espesa se arrastra por el suelo e incluso pueden sentir su aroma, el mismo al que se siente del hielo seco.

Sus sospechas los llevan a la residencia de Lan WangJi, completamente negra rodeada por una niebla más espesa y también más oscura.

De seguro está ahí adentro - la voz de QiRen se deja oír con severidad.

Al entrar a la residencia, todo es oscuro, solo una vela alumbra el interior. La sorpresa en los Lan los congela al encontrarse con un niño de 6 años, arrodillado mirando hacia la ventana.

Los intrusos rodean al ocupante que tiene un grillete en el cuello que está ligada a, ¿Un  muro de piedra de casi un metro de altura?

¿El muro de las reglas? - susurra en un hilo de voz XiChen.

¿Es... Lan Zhan? - la dureza en la voz del mayor aún se mantiene.

La puerta de la residencia se abre y por ella entran dos figuras: QiRen y XiChen, este último ya adulto. Ambos están vestidos de negro; uno lleva una tabla de castigo y el otro, el látigo de la disciplina. El mayor tiene una mirada severa, llena de decepción, mientras que el otro está lleno de ira y vergüenza. Le hablan al niño, y aunque sólo se ven sus labios moverse sin emitir sonido, es evidente que lo están recriminando y acusando.

El brillo en los ojos del niño, que aún mira por la ventana, se apaga y se llena de amargura. Luego, ambos se van y el pequeño queda solo nuevamente.

En el suelo, frente al dueño de la residencia, aparecen torres de libros y pergaminos que llegan hasta el techo y llenan el espacio. Una hoja vuela y XiChen la atrapa en el aire: son las reglas, y el jade mayor reconoce la letra de su hermano.

¿Sangre? - las manos del Lan tiemblan - Esto está escrito con sangre y las hojas están manchadas, al parecer, ¡por lágrimas!.

QiRen se acerca a su sobrino para poder ver lo que está escrito en aquella hoja.

Esto es la representación figurativa de lo que las reglas y el muro representan para Lan WangJi  - el tono del mayor es neutral.

Entonces, nuestras representaciones, ¿eso es todo lo que mi hermano ve de nosotros? - XiChen siente cómo su corazón duele al saber que todo el amor que le dio a su hermano desde que eran niños se resume en eso. En alguien todo lo opuesto a él -  No había amor. Solo exigencias, recriminación, decepción.

El niño, al ver a su tío y hermano en esas figuras severas y castigadoras, demuestra que siente una profunda tristeza y desolación. La representación de las reglas y el muro, manchadas de sangre y lágrimas, simboliza el dolor y la presión que ha sentido durante toda su vida. Para él, estas figuras no son sólo reglas, sino barreras que han sofocado su espíritu y su capacidad de recibir y dar amor. La amargura en su mirada refleja la pérdida de esperanza y la sensación de estar atrapado en un mundo donde su vida se ha transformado en una carga de expectativas y decepciones, que lo obliga a esconder sus sentimientos porque no son considerados necesarios, según las reglas.

Dejemos de perder el tiempo y despertemoslo - exige Lan QiRen con impaciencia.

No, si lo forzamos lo podemos perder, démosle su tiempo - lo detiene XiChen, con la esperanza de comprender mejor a su hermano a través de esta experiencia.

El niño se levanta lentamente y camina fuera de la residencia, arrastrando consigo el pequeño muro que lo ata a los principios de rectitud y moral de la secta. El camino está lleno de conejos blancos que saltan de un lado a otro, símbolos de una inocencia perdida. Pasan junto a la residencia donde su padre estuvo encerrado, pero el niño la ignora, como si no existiera.

Los pasos del pequeño Lan WangJi se detienen frente a la residencia donde su madre vivió sus últimos días. La estructura, idéntica a la real, parece vibrar con una vida propia, muy distinto a lo que, los intrusos encontraron en ese mundo cuando llegaron. Arrodillado frente a la puerta, hay una representación de Lan Zhan esperando con desesperación poder ver a su madre una vez más. Una espada atraviesa su pequeño pecho, justo en el corazón, y sus túnicas se tiñen de rojo con la sangre que fluye.

Para QiRen, la visión es desgarradora. Ver a su sobrino en ese estado es un golpe directo a su alma. ¿Era realmente necesaria la espada?. La imagen es una representación brutal de los sentimientos de Lan WangJi, una mezcla de amor, pérdida y un sufrimiento profundo que parece no tener fin.

Otra vez aparece el Lan QiRen anterior, con el latigo de la disciplina y un largo pergamino que se arrastra por el suelo, le habla furioso, hasta la saliva se le escapa por entre los labios, parece un perro rabioso cuando pone el pergamino frente a los ojos del pequeño, Pero este lo ignora porque sus ojos no se despegan de la puerta, esperando a que alguien la habra para recibirlo.

Lan Zhan camina, por un camino piedroso ahora al muro que arrastra, le sumamos la espada en su pecho que los acompaña.

A la distancia ve a su hermano, sonriendo feliz disfrutando de la compañía de Jin GuangYao que parece iluminar su entorno. La mirada de Lan XiChen es cálida al igual que su dulce sonrisa. El pequeño se dirige a su hermano y cuando está por alcanzarlo, un gran muro hecho de energía los separa. El niño le habla, Pero su voz no llega a los oídos del jade mayor y ante la insistencia un bozal cubre su boca. Sus brazos caen en peso muerto, su hermano no lo escucha, no quiere hacerlo.

La realidad, del aislamiento de su hermano menor golpea a Lan Xichen que observa la escena, la verdad, él nuca vio a Lan Zhan. Estúpidamente creyó estar cerca de él y queria creer que estaban conectados al ser el único que podía leer sus pensamientos, pero la realidad le restriega que se ha mentido todo el tiempo, que el amor hacia su hermano no era tan fuerte como pensaba.

Alma y corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora