– Vamos Hanni, se que estás ahí, voy a encontrarte... ¡Aqui estas!
– Señor Jeon usted es un tramposo.
La niña corre entre risas y Jimin mira a su alrededor, todos parecen divertirse corriendo de un lado a otro entre risas.
Hace un año su vida había tomado un giro bastante grande, se casó, terminaron la construcción de su casa, su relación mejoró, su salud física y mental también había mejorado considerablemente.
– Señor Jeon, Hanni ¿Lo ha cansado? Tiene demasiada energía esa niña.- Una de las chicas se acercó a el con un vaso de limonada, mientras caminaban a un banco libre en el gran patio.- Jamás habrán suficientes palabras para agradecerle lo que hace por nosotros, los niños están felices y cómodos gracias a usted y su esposo.
Efectivamente Jimin había empezado a ser voluntario y donador de un orfanato, hasta ahora era uno de sus pasatiempos favoritos mientras Jungkook visualizaba los casinos.
La vida en casa era diferente, aprendia a cocinar, le gustaba limpiar su hogar y podar sus rosales, amaba la vida hogareña, pero el vacío seguía ahí.
"La lesión ha mejorado, pero aún es muy pronto para tener un bebé, debería esperar un poco más"
Jungkook no tocaba el tema, se había vuelto un quisquilloso que lo cuidaba incluso de si mismo, no volvió a venirse dentro de el desde la última vez en aquella mansión.
Mientras toma su limonada ve a los niños que han cautivado su corazón los últimos días, los gemelos Sook y Gio, ambos niños de cuatro años han recorrido en sus cortos años de vida dos hogares, pero no había funcionado eran niños callados que no se adaptaban fácilmente.
Y ahí mientras los demás niños jugaban, ellos estaban alejados bajo la sombra de un árbol, uno al lado del otro.
Jimin recordó su crecimiento al lado de Hye, como una persona que no tenía lazos sanguíneos con el pudo hacerle sentir vivo y querido, le dió un hogar cálido y la mejor educación, incluso si el peligro merodeaba en su vida, ella simplemente lo protegió como cualquier madre a un hijo.
Sonrió imaginando su vida hogareña con dos niños corriendo por los grandes jardines, por las escaleras, jugando llenando su vida de gritos, de risas de una vida completamente normal.
– ¿Señor Jeon? - La mujer a su lado lo trajo de vuelta a la realidad.- Estaba completamente perdido.
– Lo siento ¿Qué me decía?
– Su esposo ha llegado.- Señalando el auto fuera de las cercas el menor sonrió, se levantó y despidiéndose de la mujer miro una última vez a los niños de camino al auto de su esposo.
Debían abordar ese tema después de tanto tiempo.
La relación entre Jimin y Jungkook era bastante fuerte, llena de confianza y un amor impresionante que superaba cualquier barrera que pudiera existir. Simplemente era perfecta.
Cuando llegó a sus brazos el lo abraza y se deja envolver por el perfume varonil de su ahora esposo, Jungkook se ve más joven que antes, ha reemplazado los trajes completos por pantalones de vestir y camisas arremangadas a sus codos, seguía siendo su imponente y musculoso hombre, pero mas relajado.
— Cosita preciosa, vamos a casa.- El castaño asiente y se deja guiar al interior del auto, es emocionante saber que no hay hombres en el mismo auto, no hay choferes y aunque si tienen guardaespaldas ya no es como antes, simplemente ahora está todo bien y en su lugar.
Jimin se sentía nervioso, hace mucho no hablaban del tema pero era inevitable no querer hacerlo, el solo quería intentar.
— Jungkook
— ¿Si?
— ¿Qué opinas de los niños del orfanato?
— Que son chiquillos valientes y audaces que merecen familias dispuestas a amarlos con toda el alma.
Traga grueso y aprieta sus dedos en su pantalón antes de preguntar:
— ¿Cómo nosotros?
El silencio los invade, Jungkook lo mira por un segundo y luego mira el camino, tener una familia después de todo aquello ¿Era realmente lo que ambos necesitaban para ser completamente felices? Si se lo preguntaban a Jimin diría que no es un requisito pero si un paso para superar lo que a ambos les dolía.
— Si, como nosotros.
A veces olvidaba que Jungkook no era más que un hombre lleno de amor dispuesto a dárselo todo, incluso si le dolía recordar que no lo habia cuidado lo suficiente según el.
— Tenemos que hablar, amor enserio tenemos que tener esa conversación.
— Ha pasado un año cariño, haré cualquier cosa que no implique poner en riesgo tu salud.
No quería embarazarlo.
— ¿Ni siquiera lo vas a intentar?
— ¿A quien quieres adoptar?
Ni siquiera lo iba a hablar, así que Jimin respiró y accedió a hablar de la adopción sin tocar el otro tema.
— Son gemelos en realidad, han estado en dos hogares pero han sido devueltos, niños un poco aislados con problemas de seguridad, no se adapta fácilmente a sus entornos.
El mayor siseo asintiendo.
— Se oye complicado.
— Solo son pequeños que han sido abandonados, necesitan tiempo y amor no que los presionen.
— Tu... ¿Estás listo para ser papá? Digo, será un trabajo de ambos, voy ayudarte, voy a dar lo mejor de mi para que se sientan en casa y estén comodos de la manera que sea, Pero ¿Y tú?
Se miran por cortos segundos y el menor le sonríe dejando su mano en su muslo.
— Quiero ser papá.
La sonrisa arrebatadora le dió a entender que estaba tan de acuerdo con el, estaban listos, realmente estaban listos para tener a esos pequeños en su hogar.
— Entonces ¿Gemelos?
— Gemelos.
— Vaya, hay tantas cosas que comprarles, decorarles una habitación, juguetes, ropa, comida.
— Creo que estaremos bien y ellos también, lo haremos bien.
— Si, lo haremos bien.
No necesitaban nada más, ambos sabían de lo que eran capaces y ellos eran la mejor opción para esos dos pequeños, Jimin tenía demasiado amor para darles, Jungkook una estabilidad y juntos el hogar perfecto.
Quizás no eran de su sangre, pero serían sus pequeños de corazón.
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Ninfomanía [KM]
FanfictionEl mal tiene ojos, grades y redondos, un cuerpo atlético y un metro ochenta de altura. Jeon Jungkook con los años ha ganado una fortuna, como también enemigos que buscan ocupar su lugar o eliminarlo definitivamente del camino. Pero lo mas importante...