Jungkook jamás creyó que haría algo como aquello, si bien había sido un orgullo y honor mantener el legado de su tío. Hoy dejaba de hacerlo.
Dos días después de que Jimin se fuera de la mansión, espero pacientemente por su sucesor y cuando esté estuvo frente a el, pudo respirar con calma.
– ¿Estás seguro de lo que haces?
– Tomaré el casino de Pilsook y también tomaré el lugar que siempre le correspondió a mi padre, sin embargo quiero que mis negocios estén fuera de los demás, desde hoy dejo de ser el cabecilla de esta mierda y no quiero a ninguno en mi vida.
El contrario asintió y finalmente firmo aquella cláusula.
Jeon Yoongi era el nuevo sucesor de Jeon Jungkook. Los negocios familiares a excepción de los de Jungkook estaban bajo su mando, así como su pandilla y los negocios sucios de la misma.
La mansión quedaba a su nombre, sus hombres y todo lo que debía pertenecer a el.
Era nostalgico, era un poco abrumador, pero una vez salió de la mansión y el sol iluminó su rostro pudo sonreír, sus hombros pesaron menos y su corazón estaba mas liviano.
Afuera los hombres que anteriormente servían a el, se inclinaron mostrando el respeto que le tenían, no sería sencillo, cuando la información de que el dejó el negocio llegara a oídos enemigos, intentarán acabar con su persona pero Jungkook estaba listo para defenderse en cualquier momento.
El hecho de que lo dejara no quería decir que se dejaría a la deriva, tendrían seguridad y armas guardadas para cualquier caso de emergencia, del resto estaba listo para tener una vida normal al lado de su niño adorado.
No saber de Jimin por el mismo en dos días le habia dolido, pero había sido necesario mantenerlo lejos de todo el ambiente abrumador que se vivía en la mansión, no quería que pensara que era un cobarde por dejar todo a un lado.
El estaba haciendo lo que su corazón le pedía, quería un hogar con su niño y brindarle seguridad, amor y comprensión, no causarle ansiedad al salir se casa, ni llegar de noche solo para verlo dormir.
Quería que la vida de ambos cambiara, que fueran una pareja con una vida normal.
Subiendo a su auto, miró por última vez aquella mansión, Yoongi salió y con una sonrisa asintió, todo estaría bien el dejaba a su gente en buenas manos, el lo sabía.
Jeon descubrió en la cumbre de su vida que nada era más importante que Jimin, saber que tendrían un hijo avivó una esperanza en el. Le había dolido su perdida tanto que jamás se imagino que llegaría a sentir tanto por una pequeña criatura en desarrollo.
Era la oportunidad de tener una familia con su niño, era la oportunidad más esperada y anhelada por el. Le costó aceptar que no estaba más y que las posibilidades de que volviera a suceder eran mínimas.
Aún asi Jimin seguía siendo su fortaleza y su pilar fuerte, estaba seguro de que llegarían nuevas oportunidades, que la vida les otorgaría cosas hermosas que quizás el no merecia, Pero su niño si.
Y al llegar a los grandes portones de acero, miró a los hombres custodiando el lugar pero su mirada se fue más allá.
Bajando del auto caminó hacia el, tan distraído estaba mientras lanzaba piedritas al lago y el viento movía sus rizos causando un alboroto. Su Jimin era demasiado precioso.
– Hace mucho frío ¿No crees? - El cuerpo contrario se tenso y volteo a verlo.
En pantalones de mezclilla, una camisa mangas cortas holgada y zapatos deportivos, su hombre jamás se había visto tan guapo y juvenil como en ese momento.
La angustia, el dolor y la rabia desaparecieron cuando sus brazos se abrieron y corrió hacia el subiéndose a su cuerpo como un koala, sus brazos lo rodearon con fuerza y la nariz del mayor fue a su cuello oliendo ese perfecto y exquisito del aroma que tanto amaba.
– Te extrañe, mi amor.
Recordaba la promesa que le hizo a Hye antes de morir.
"Cuidare de el y me encargaré de que sea muy feliz"
Su promesa sería cumplida.
Caminando con el menor enrollado en su cuerpo, necesitaba llegar a la casa porque afuera hacia bastante frío.
Los portones se abrieron y la iluminada casa le dió la bienvenida, se veía completamente diferente, estaba limpia y aunque le faltaban varios detalles de construcción estaba seguro de que todo estaría bien.
– Bienvenido a casa.- La voz de su niño lo hizo sonreír, bajando las manos de su cadera hasta sus nalgas, lo aseguro y beso sus labios con tanto amor como le fue posible.
En esos dos días Jimin había controlado su ansiedad al pensar que Jungkook podría morir, hizo ejercicios de respiración y recordó cada momento vivido con el mayor, no debía temer, aúnque Jungkook tuviera una vida complicada siempre volvía a el y esa vez no sería la excepción.
Construyó una linda torre de piedras a la orilla del lago y ahí soltó por fin el recuerdo de su bebé fallecido, dejaba ir esos momentos de tristeza, angustia y miedo que lo controlaron aquellos días y renovo su mente.
Un aire nuevo
Una vida nueva
Jimin podía respirar tranquilamente aún y con el peso de todo lo que perdió, porque estaba seguro de que lo malo ya había sucedido y ahora se dedicaría a ser inmensamente feliz.
– Estás demasiado sonriente señor Jeon.
– Estoy feliz de tenerte en mi vida, necesito que me disculpes por todo lo que yo...
– Estuvimos adoloridos, con la mente y el corazón hecho pedazos, no podemos justificar nuestros errores de otra manera, tu te alejaste, yo me fui, pero.- Sonriendo señaló a los guardaespaldas en el portón.- No eras capaz de dejarme muy solo ¿No es así? Sabía que volverías.
Jimin sabía que así sería.
Jungkook sabía que debía volver.
Ambos habían dejado el peso de sus hombros atrás por poderse abrazar una vez más.
Fundiéndose en un apasionado beso, sellaron la mala racha de sus vidas e iniciaron una etapa nueva.
Una sana y feliz, sin ninguna atadura que los separara.
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Ninfomanía [KM]
FanfictionEl mal tiene ojos, grades y redondos, un cuerpo atlético y un metro ochenta de altura. Jeon Jungkook con los años ha ganado una fortuna, como también enemigos que buscan ocupar su lugar o eliminarlo definitivamente del camino. Pero lo mas importante...