PASIÓN MORTAL || FREENBECKY (G!P)

56. Un Adiós que No Quería

FREEN

:- ¡Freen!- gritaron Tom y Jimin corriendo hacia mí.

Pero yo estaba perdida, con la mirada fija en la casa. Friend no dejaba de sostenerme, intentando calmarme, pero nada tenía sentido. Todo mi cuerpo temblaba.

La policía llegó en un instante, rodeando el lugar con sirenas ensordecedoras. El caos crecía, pero yo solo podía pensar en Becky.

Abrí los ojos de golpe al darme cuenta de lo que estaba sucediendo y me zafé del agarre de Friend.

:- ¡Eres un imbécil! Te dije que no llamaras al equipo - grité, lanzándome sobre él con rabia, pero mi cuerpo cedió, y caí al suelo sin fuerzas.

:- Freen... - dijo Tom mientras me levantaba. - Tenemos que hacerlo, hay que atrapar a esos criminales -

:- ¿Por qué no me haces caso por una maldita vez?—respondí, furiosa, con la voz quebrada por la desesperación.

:- ¡Cúbranse!- gritó uno de los agentes.

💥 ¡BOOM! 💥

El sonido de la explosión me dejó paralizada. El techo de la casa voló por los aires, fragmentos de madera y escombros se alzaron entre el humo y las llamas que comenzaron a consumirlo todo. El estruendo retumbó en mi pecho, dejándome sin aliento.

Mi corazón se aceleró y, sin pensarlo, me solté de los brazos de Tom.

:- ¡Becky!- grité con desesperación, corriendo hacia la casa. Pero mis piernas fallaron y caí de rodillas antes de llegar a la puerta. - ¡No, no, no!- gemí, impotente. Las lágrimas corrían por mi rostro mientras veía la destrucción justo donde Becky había ido.

:- Freen... - susurró Friend, intentando ayudarme a levantarme.

:- ¡Atentos todos, vamos a entrar!- ordenó Tom, pero sus palabras eran solo un murmullo en el fondo del desastre.

El fuego se extendía rápidamente, devorando cada rincón de la casa. Los bomberos llegaron, intentando apagar las llamas, pero yo no podía despegar la vista del lugar donde Becky estaba. O donde estuvo. La incertidumbre me destrozaba por dentro.

:- Por favor...- murmuré entre sollozos, sintiendo cómo mi cuerpo se rendía ante la angustia. El dolor en mi pecho era insoportable, como si el fuego también estuviera consumiendo mi alma. Todo lo que podía hacer era esperar, esperar mientras mi mente se llenaba de los peores pensamientos.

*******

Horas después

Estaba en casa, con un médico que mi padre había llamado. No quería ir al hospital, no tenía fuerzas para enfrentar más dolor. Estaba devastada. No sabía si Becky se había escapado de esa casa en llamas o si... no podía ni pensar en esa posibilidad.

El equipo había encontrado dos cuerpos completamente quemados, irreconocibles. Mi mente no podía aceptar la idea de que uno de ellos fuera ella.

Tocaron la puerta de la casa. Mi padre se levantó para abrirla.

:- Ya vengo, hija- dijo suavemente. Yo solo asentí, sin poder hablar.

:- Buenas noches- escuché una voz familiar, aquella mujer que había estado con Becky.

:- Adelante, señorita- invitó mi padre.