Capitulo 28: Irrompible

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Emily

Tras subir a mi habitación me tire en mi cama agotada. Dani río entrando en mi habitación. -¿No te pones el pijama? -Notaba su mirada divertida sobre mi cuerpo.

-¿Me lo pones tu? -Sonreí inocente colocándome boca arriba.

Rodó los ojos divertido y me quito las converse con cuidado. -Levanta los brazos. -Dijo subiendome el vestido. Yo hice caso y me lo quitó dejándome en ropa interior de encaje, negra. Me di cuenta que me miraba algo sorprendido y con lujuria. Se llevó las manos a la cara pasándolas por ella y dándose la vuelta. -Mierda Emily, ¿lo has hecho aposta?

-¿A qué te refieres? -Reí coqueta. -¿A que si sabia que esta noche acabarías desvistiendome? -Hice como que lo pensaba. -Puede...

-Lo tenías planeado. -Río dándose la vuelta e intentando no mirar mi cuerpo. -¿Dónde está tu pijama?

-¿En serio? -Le miré incrédula.

-Estás borracha. -Argumento. -Si querías algo no haber bebido. Aunque sobria no pensarías lo mismo.  

Cogió mi pijama y me puso la parte de abajo rozando mis piernas a la vez que me miraba coqueto. Yo reía feliz mirándole. Cuando me puso la parte de arriba acarició mis brazos para al acabar depositar un besito en mi frente. -¿Me dejas algún pijama?

-Si. -Murmuré levantándome y caminando a la habitación de mis padres. Sentí un poco de tristeza, estaba todo tan vacío... que era un poco sentirme vacía, como que me faltaban ellos. Cerré los ojos imaginando a las mañanas cuando mi madre me llevaba a clase y yo la esperaba justo aquí, en su puerta. Mis padres corrían por la habitación de aquí para allá sin apenas verse hasta que los dos acababan de vestirse y quedaban el uno frente al otro. Y entonces se veían, se miraban y sonreían. Se daban un dulce besito y mi madre levantaba una pierna cuando sus labios estaban juntos por unos largo segundos, haciéndome reír.

-¿Porque tardas? -Preguntó Dani detrás de mí.

No fue hasta que abrí los ojos que note que los tenía cristalizados. -Si, cógelo tu. -Le dije de dónde cogerlo y me fui al baño. Me limpie las lágrimas y me cepille los dientes. Sinceramente nunca quise que se fueran de viaje, pero ¿qué podía hacer? sabía que ellos lo necesitaban. Lo de mi abuela no fue fácil, era normal que necesitaran alejarse, pero ¿de mi? Quizá debería entenderles más. Yo también me alejaria de mi si pudiera. Me metí en mi cama donde me esperaba Dani.

El sonrió y me beso con suavidad haciendo que un hormigueo apareciera en mi tripa. -Sabes a coca cola.

-Mi pasta de dientes es de coca cola. -Sonreí besandole con dulzura.

-Me encanta. -Sonrió mordiendo mi labio inferior.

Solté una risita revolviendome mientras el me agarraba de la cintura. -Para bebe. -Reí acariciando su mejilla.

-Duérmete bebé, mañana es domingo pero te va a doler mucho la cabeza. -Susurro dándome otro besito y otro y otro. Me encantaba estar así. Y me encantaría más encontrar a alguien con el que empezar la mañana como lo hacían mis padres. Pero era pronto. Nos quedamos dormidos abrazaditos.

Al día siguiente me desperté y bajamos a desayunar. Jugamos al escondite por mi casa con Alli y Leslie también y por mi me habría pasado todo el día con el pero después de comer se fue ya que tenia que hacer unos recados. Leslie y Alli se fueron de compras y me quede sola. Y fue cuando me vino la resaca y el dolor de cabeza, al estar sola no había nadie que me entretuviera y notaba más el dolor.

Maldije en alto cuando el timbre sonó y mi cabeza retumbó. Me levanté del sofá y abrí la puerta encontrándome con Alex.

-Hola. ¿Que haces aquí? -Sonreí con la mano aún en mi cabeza dolorida.

Enamorame, si puedes... © (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora