PASIÓN MORTAL || FREENBECKY (G!P)

51. Sin salida

✨Maratón 2/3 ✨

🐰 FREEN 🐰

Las semanas habían pasado como un mal sueño del que no podía despertar. Desde que Charlotte me encerró en su mansión, no había vuelto al trabajo, no podía salir, y hablar con Tom o Madelyn estaba estrictamente prohibido. Cualquier cosa que hiciera debía ser bajo su supervisión, y siempre, siempre tenía ese maldito peluche en la mano, amenazándome con él como si fuera la bomba atómica.

:- Amor... - la escuché decir desde el pasillo, su voz dulce, pero cargada de control. Rodé los ojos antes de respirar profundo. Ya iba a empezar otra vez. Caminé hacia la recámara, sin mucho entusiasmo.

:- Sí... - dije, sin ganas.

Charlotte frunció el ceño.

Mierda.

Otra vez.

:- Sí, cariño - forcé una sonrisa, tratando de no mostrar mi frustración. La vi sonreír, satisfecha.

:- Quiero que prepares la cena y luego vengas a dormir conmigo. Veremos una película - dijo, con esa sonrisa perversa que me revolvía el estómago.

:- Me encantaría. ¿Qué te gustaría comer? - pregunté, forzando una amabilidad que sentía tan falsa como ella.

Ella se tomó un momento para pensar, como si estuviera decidiendo qué tipo de tortura emocional disfrutaría hoy.

:- Sorpréndeme - respondió con una sonrisita.

Asentí y salí de la habitación, tratando de no soltar un suspiro de frustración.

Esto era una pesadilla.

Llevaba semanas atrapada en esta casa, y cada día era peor. Mi hijo no estaba aquí, y ya me había despertado en las noches buscando por toda la mansión, como una loca, esperando encontrarlo en algún rincón.

¿Dónde demonios lo tenía?

Pensaba en todos los rincones de la casa mientras preparaba la cena. Había sótanos que no había explorado, habitaciones cerradas con llave, hombres armados que vigilaban los alrededores. Era como si viviera en una cárcel de lujo, donde cada movimiento mío estaba monitoreado.

¿Y Tom?

No había sabido nada de él. Lo mejor era que no se metiera la policía. Si lo hacían, Bryan podría morir.

Yo misma tendría que encontrar la forma de salvar a mi hijo. Yo misma tendría que hundir a esa demente.

Terminé de preparar la cena y caminé de regreso a la recámara. Charlotte me sonrió al verme entrar, como si todo esto fuera parte de algún juego perverso. Coloqué la bandeja sobre sus piernas con una sonrisa forzada.

:- Espero que lo disfrutes - dije, sabiendo que lo único que quería era tirarle la bandeja en la cara.

:- Ven a comer conmigo - ordenó.

:- No te preocupes, no tengo hambre. Es todo para ti - respondí, tratando de evitar el contacto.

:- No lo voy a repetir - dijo, y su expresión se endureció.

Caminé lentamente hacia la cama y me senté a su lado. Charlotte tomó una cucharada de la cena y me la acercó a la boca. Con resignación, la tomé y me la comí. Ella me observó con los ojos entrecerrados, como si estuviera analizando cada uno de mis movimientos.

:- ¿Qué pasa? - pregunté.

:- Te la comiste sin pensarlo - murmuró, inclinando la cabeza ligeramente.