Becky Armstrong es la imagen de la dulzura y la inocencia, trabajando en la biblioteca de su padre, pero esconde un oscuro secreto del que del que nadie sospecha. Freen Sarocha, una agente del FBI, ha dedicado su vida a atrapar criminales, y el caso...
El pasillo del hospital parecía interminable mientras me dirigía hacia emergencias, con el corazón acelerado y la mente atrapada en una mezcla caótica de miedo y furia. Apenas podía pensar con claridad. Mi madre estaba siendo atendida y mi padre se quedó con ella.
Cuando vi a Tom esperándome, sentí cómo mi ira se intensificaba. Apenas pude contener las palabras que salían de mi boca.
:- ¿Dónde está Madelyn? - Mi voz era fría, cargada de tensión. Sentía que si no encontraba respuestas pronto, explotaría.
Tom me guió por el pasillo sin decir nada. Al entrar a la habitación, vi a Madelyn en la cama, pálida, pero viva. Sus ojos me buscaron al instante, y su voz temblorosa llenó el silencio.
:- Freen... - susurró
No lo pensé, me acerqué rápidamente y la abracé, sintiendo su fragilidad entre mis brazos. Pero el alivio duró poco. No podía concentrarme, mi mente corría en mil direcciones.
:- ¿Cómo estás? - le pregunté, aunque mis pensamientos estaban lejos de allí, persiguiendo la razón de todo este caos.
:- No muy bien... - Madelyn intentó sonreír, pero apenas lo logró - Gracias a Dios, estoy viva-
:- ¿Qué pasó? - Levanté la cabeza, con la esperanza de que sus palabras dieran algún sentido a lo que estaba ocurriendo.
:- Unos hombres... intentaron voltear mi coche mientras volvía a casa - Madelyn hizo una pausa y la vi tragar saliva con dificultad - Creo que fue Charlotte -
La ira explotó dentro de mí como una bomba.
:- ¿Charlotte? - Mis ojos se entrecerraron, incrédula. No entendía por qué la acusaba, pero el solo nombre de esa mujer hacía hervir mi sangre.
:- La escuché, Freen - Madelyn me miró, sus ojos llenos de miedo y convicción - Estaba hablando por teléfono sobre un plan... dijo que iba a matar a unos hombres y... que secuestraría a alguien -
Mi corazón se detuvo por un segundo. Y entonces, como una corriente eléctrica recorriendo mi cuerpo, lo recordé todo. Brayan.
Mis manos empezaron a temblar y sentí un nudo en la garganta. El caos en mi interior se multiplicó, las lágrimas pugnaban por salir, pero no podía permitírmelo.
No ahora.
:- Freen, ¿qué pasa? - preguntó Tom, notando mi cambio de expresión.
Madelyn también me miraba, preocupada. No podía ocultar más lo que estaba ocurriendo. Las palabras salieron de mi boca como un susurro.
:- Alguien secuestró a mi hijo -
El shock en los rostros de ambos fue inmediato. Tom dio un paso hacia mí, intentando comprender, pero antes de que pudiera decir algo, el teléfono en mi bolsillo comenzó a sonar.
Un número desconocido.
Miré la pantalla con el corazón martillándome en el pecho. No sabía por qué, pero algo me decía que debía contestar. Deslicé el dedo para aceptar la llamada.
:- ¿Hola? —mi voz salió temblorosa, un mal presentimiento en mi estómago.
:- Hola, dulce Freen - La voz en el otro extremo era inconfundible, tan familiar como escalofriante.
Mis manos se tensaron al reconocerla.
:- ¿Quién eres? —pregunté, aunque ya sabía la respuesta.
:- ¿Tan rápido me olvidaste? —rió la voz, burlona —. Qué triste-
:- ¿Charlotte? - dije, mi pecho se comprimía. Todo comenzó a encajar y el miedo se transformó rápidamente en furia.
:- ¡Hasta que lo adivinaste! - rió de nuevo, pero el sonido que vino después me heló la sangre. Era el llanto de un bebé.
Era Brayan.
:- Tranquilo, pequeño, tu madre está aquí. - La voz de Charlotte tenía un tono dulce que me repugnaba, la escuché consolarlo como si fuera su propio hijo.
La furia me envolvió por completo.
:- ¡Charlotte, estás loca! ¿Dónde te llevaste a mi hijo? ¡Devuélvemelo! - grité.
:- No puedo hacer eso, querida. - Su tono era tan tranquilo, tan desquiciado, que me hizo temblar.
Apreté los dientes, tratando de controlar el temblor en mis manos.
:- Entrégamelo por las buenas y tal vez considere no meterte tras las rejas. - Sabía que era una amenaza vacía, pero no me importaba en ese momento.
Quería a mi hijo de vuelta.
Charlotte soltó una risa que hizo que me hirviera la sangre aun más.
:- No harás eso. No, a menos que quieras que tu lindo bebé deje de existir.
Sentí como si todo mi mundo se detuviera. Apreté los puños hasta que mis nudillos se pusieron blancos, mis uñas clavándose en la palma de mi mano.
:- No te atrevas... - dije, mi voz apenas un murmullo, cargado de odio y desesperación.
:- Eso depende de ti, mi dulce Freen. - Charlotte bajó la voz, casi como un susurro venenoso - Tendrás que seguir mis órdenes, o este angelito dejará de existir-
Todo en mí se rompió. No había lógica, no había razón. Solo quedaba el terror y la furia.
El caos lo consumía todo.
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"Si ya se que esta corto perdón me duele la cabeza 😭 y tengo que ir a clases y no he dormido bien trátenme con amor que soy sensible " 🥹💕✨ Att: Emy_edits
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