Nadie me quiere a excepción de los villanos.

Capítulo 54

Algo enorme estaba encima de mí. También podía sentir algo áspero frotándose contra mi cara.

< ¡Duele...!>

Cuando sentí ese roce, de repente volví en mí.

Tras sentir ese toque, abrí ligeramente los ojos, y vi un gran ojo dorado. Era redondo, con una pupila negra alargada verticalmente. Y parecía estar cubierto de pelaje blanco. Pude ver orejas puntiagudas, unos largos bigotes y una nariz rosada y húmeda.

< ¿Gato?>

Era un gato de tamaño mediano a grande que aún no entraba en la categoría de monstruo.

El gato me presionó con sus gruesas patas delanteras y me lamió la cara con su lengua áspera.

No había ningún signo de hostilidad en sus ojos.

—¡ShuShu! ¡Tienes que quitarte a ese gato de encima! —Escuché la voz nerviosa de Delane.

El Gran Duque y Windert tomaron al gato con cuidado de no emitir ningún sonido, como si no quisieran provocarlo.

En lugar de desenfundar sus espadas, ambos hicieron un gran esfuerzo por separar al gato de mí. Como no era un monstruo, no parecían tener la intención de matar al gato de inmediato.

—¡Miauuuu! —pero en lugar de alejarse de mí, el gato se quejó salvajemente contra el Gran Duque y a Windert, probablemente reconociéndolos como enemigos.

Sin embargo, hizo todo lo posible por aferrarse mí obsesivamente.

—¡Esperen, esperen! No creo que tenga intención de atacarme.

El gato lanzó sus garras puntiagudas hacia sus enemigos, pero la pata que me sujetaba no sacó las garras. Más bien, se sentía lindo con sus pies gruesos y esponjosos.

—Pero si te sigue lamiendo con esa lengua tan áspera, tu piel se dañará. —El Gran Duque habló con voz desaprobadora y, con una fuerza sobrenatural, me quitó el gato y lo tiró.

—¡Miauuu! —El gato intentó saltar de nuevo hacia mí con un grito de protesta.

< ¿Ese es el monstruo? ¿Por qué solo se comporta así conmigo?>

Su tamaño era confuso. No parecía un gato, pero si pensabas en él como un gato gigante, tenía sentido.

Parecía que tomaría tiempo hasta que alcanzara el tamaño de una casa. Después de verlo en persona, comprendí por qué no lo mataron durante la subyugación.

A sus ojos, habría parecido un simple gato del bosque.

Desde la distancia, el gato de largo pelaje blanco parecía un ser sagrado que protegía el bosque.

<Qué bonito...>

El gato meneó su cola salvajemente, saltó por encima del Gran Duque y volvió a pegarse a mi cuerpo. Era como si se muriera por aferrarse a mí, sin ninguna voluntad de defenderse. Como si no pudiera soportar estar lejos de mí.

—¡No! ¡Sálvenla!

—¡ShuShu!

—¡Quítatelo ahora!

El pelaje era tan largo que quedé enterrada y no podía escuchar a las personas a mi alrededor tratando de rescatarme. En su lugar, escuché otras cosas.

Algo así como el corazón del gato latiendo muy rápido.

< ¿Eh?>

Enterrado en lo más profundo del espeso pelaje, escuché los latidos de su corazón y descubrí algo extraño.