– ¡Esto es algo loco Taehyung!
– ¡Vamos Jiminie! ¡¿Qué es lo peor que puede pasar?!
– ¡¿Qué me rompa la cara tal vez?!
– ¡Tonterías! Uno, dos y....
Empujando con fuerza el colchón inflable por aquellas escaleras, los dos jóvenes ebrios no eran conscientes de lo que pasaría cuando el colchón se volteara y el menor de ellos recibiera los golpes de dichas escaleras.
– ¡Oh Dios!- El pelinegro empezó a reír viendo el desastre que habían ocasionado, sin embargo su risa se vio interrumpida al ver al menor jadear y abrir su boca tratando de conseguir aire.- ¿Jimin? ¿Estás bien? ¡No fue para tanto hombre!
– No pue-puedo respirar Tae...- Taehyung pensó que era una broma o en todo caso una exageración del menor, pero al ver la sangre empezar a humedecer su pantalón de Pijama supo, que era completamente distinto...- Tae... Me duele mucho.
Todo pasó demasiado rápido, desde burlar la seguridad para salir imprevistos, hasta llegar al hospital.
Eunwoo era un médico, el médico de la familia por así decir, el mismo encargado de darles aquel diagnóstico que desconcertó a ambos.
" En el ultrasonido se reveló una lesión uterina, parece ser vieja, dicha lesión mantiene tu utero débil a este punto ningún bebé podrá desarrollarse correctamente en tu utero Jimin y el incidente de hoy solo ha empeorado la situación, lo siento el embarazo no resistió."
Convencer a Eunwoo de no revelar aquello a Jungkook había sido un largo trabajo, sin embargo lo habían logrado.
El reposo de Jimin duro esos días dónde Jungkook estaría en Japón con Yoongi y Hoseok en la inauguración del nuevo casino.
Para Jimin saber que había un bebé en su vientre a el cual no cuido, al cual expuso ante las travesuras de aquel día fue traumante, obligándose a si mismo a cuidarse extremadamente.
Jungkook y el a penas cumplirían un año de relación, no podía solo ser egoísta con Jungkook, el no merecía ilusionarse con niños destinados a no nacer y el no merecía sufrir cada vez que aquello ocurriera.
Simplemente decidió callar.
...
La madrugada llegaba, silenciosa y fría, Taehyung se había ido a casa después de consolar a Jimin y el mismo se había quedado despierto esperando a Jungkook.
Sin embargo ahora se miraba frente al espejo en su habitación, su vientre estaba plano, su corazón desbordante y su cabeza trabajando a mil por segundo.
Un bebé.
Un bebé de el y Jungkook.
¿Por qué nunca pensó en aquello? Siempre evadió el tema, nunca se imagino con un bebé suyo y de Jungkook.
Simplemente no quería imaginarse siendo papá, ahora posiblemente estaba nuevamente embarazado y la idea de que el bebé no resistiera lo aterraba.
En aquel entonces no tuvo tiempo de pensar en ello pero está vez es diferente, porque está vez sabe que está ahí, dentro de el.
Tocando su vientre sintió sus ojos cristalizarse ante la idea de un aborto más, la decepción y tristeza de Jungkook junto a la de el mismo.
Era demasiado, no quería aquello.
Entonces cuando lo escuchó llegar se alejo del espejo y tomó asiento en la cama.
Y ahí estaban esas ansias de tenerlo, es como si su apetito sexual por Jungkook aumentará demasiado a tal grado de ser insoportable, cuando está frustrado, cuando está en aprietos y en situaciones peligrosas.
Un momento...
¿A caso eso podía ser posible? ¿Podría haber un factor que influyera en sus ansias sexuales?
Porque justo ahora estaba a punto de enloquecer.
Su cuerpo hormigueaba, sus manos temblaban y movía su pierna con desesperación esperando verlo entrar por esa puerta.
Cuando la alta figura del hombre que amaba se cruzó en su campo de visión, todo a su alrededor se desmoronó, sumergiendo su cuerpo a un estado de excitación máxima.
No era el momento, no podían en esa situación.
Pero ¿Qué demonios le ocurría?
– ¿Qué haces despierto?- Su voz causo escalofríos en su cuerpo y sus pupilas se dilataron al ver su mirada.- ¿Jimin?
Necesitaba alejar esas ansias, necesitaba concentrarse ¡Vamos tenían que hablar! No follar.
Debes reaccionar Jimin.
Sus manos temblorosas fueron al dobladillo de su camisa, levantandola poco a poco bajo la atenta y oscura mirada del mayor.
Jungkook miraba cada movimiento atentamente, su pequeño lucía como un depredador a punto de atacar, incluso cuando estuvo completamente desnudo ante su mirada, se acostó en la cama y abrió sus piernas lo suficiente para dejarlo ver su mayor virtud.
Su gloriosa y excesiva sensualidad.
– ¿Puedes tomarme? Te necesito.
Sus palabras fueron un detonante para el mayor, quien no espero ni un segundo para empezar a quitarse la ropa, necesitaba a su niño, necesitaba su piel, su calidez y su amor.
La frustración de que Sunghee este libre, oculta y siendo una completa amenaza era una carga inmensa con la que estaba cargando.
Quedando completamente desnudo fue directamente a ese lugar en medio de las piernas de su bebé. Había algo en aquel encuentro que lo hacía temblar, quizás la manera en la que ambos lo tomaban de diferente manera o que no era el sexo sucio que siempre tenían.
– No me prepares, solo lubricalo y dejalo ir.
Acatando la orden directa del menor, solo lubrico con su saliva y se dirigió a su mayor y más grande perdición, el interior de su lindo bebé.
Ingresando lentamente y viendo como el contrario arqueaba su espalda soltando un largo jadeo que lo estremeció por completo. Las uñas de Jimin fueron a su espalda aferrándose a el tanto como pudo.
– No pares, está noche déjame lleno de ti.
No lo entendía, pero estaba dispuesto a cumplir cada petición suya. Entre sus manos tomó el cabello lleno de rulos, pegando la frente de su bebé a la suya, sus embestidas eran lentas pero profundas, llenando el ambiente de sus propios gruñidos y los débiles gemidos del menor.
Jimin estaba tan aferrado a su espalda que incluso tuvo que mirarlo, solo para notar aquellas lágrimas que se deslizaban por sus mejillas.
– ¿Cariño?
– Sigue, por favor no pares, solo sigue.- Escondiendo su cara en la curvatura del cuello de Jungkook, cerró sus ojos dejando fluir sus sentimientos.
Estaba agobiado y repentinamente cansado de las últimas situaciones en su vida.
Y haciendo el amor con el mayor solo se dió cuenta de lo mucho que quería permanecer a su lado con ese bebé.
De verdad quería aquello.
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Ninfomanía [KM]
FanfictionEl mal tiene ojos, grades y redondos, un cuerpo atlético y un metro ochenta de altura. Jeon Jungkook con los años ha ganado una fortuna, como también enemigos que buscan ocupar su lugar o eliminarlo definitivamente del camino. Pero lo mas importante...