33. ¿Eres tú?

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MARATÓN 3/3

FREEN



El suave calor de la mañana me despertó lentamente. Algo cálido y pesado descansaba sobre mi pecho. Parpadeé, aún adormilada, y al abrir los ojos, lo vi. Era Becky, dormida profundamente sobre mí, su brazo colgando despreocupado sobre mi abdomen. Su respiración tranquila me hizo sonreír de inmediato.

Todo en ese momento se sentía... correcto.

Pero esa paz no duró mucho. Cuando bajé la mirada, noté algunas marcas en su piel: pequeños moretones, rasguños, y mis ojos se abrieron como platos.

:- ¡Dios mío! ¿Qué hice anoche?- pensé, sintiendo cómo el calor subía rápidamente a mi rostro. El recuerdo de la noche anterior volvió a mí como un huracán.

Becky y yo... Habíamos sido más intensas de lo que jamás había imaginado.

Atrapada por la vergüenza, hice lo único que se me ocurrió en ese momento: me escondí debajo de la cobija, cubriendo mi rostro con rapidez. Mi corazón latía tan rápido que podía sentirlo en mis oídos.

Escuché a Becky moverse sobre mí, desperezándose lentamente, y cuando abrió los ojos, me miró desde su posición.

:- ¿Qué haces amor?- preguntó en tono burlón. Su voz aún sonaba un poco adormilada, pero llena de diversión.

:- ¡No quiero que me veas!- murmuré desde debajo de la cobija, mi voz apenas audible. Si me veía así de roja, me moriría de la vergüenza.

:- ¿Por qué no?- Becky levantó una ceja, claramente disfrutando de mi incomodidad. - Oh, ya entiendo...- Sentí cómo tiraba de la cobija, descubriendo mi cara completamente sonrojada.

No podía esconderme más. Ahí estaba ella, mirándome con una sonrisa traviesa. Me quedé sin palabras.

:- ¿Te da vergüenza Fini lo salvaje que estuviste anoche?- Becky lo dijo con tanta naturalidad que casi me ahogo en mi propia vergüenza.

:- ¡No digas eso!- exclamé, cubriendo mi rostro con ambas manos, pero Becky no me dejó escapar. Se inclinó sobre mí, acercando sus labios a mi cuello, y comenzó a llenarme de besos, uno tras otro.

:- Me encantó lo salvaje que estabas... no te imaginas lo mucho que me gustó verte así- susurró, su voz ronca contra mi piel.

Era imposible resistirme. A pesar de que sentía mi cara arder, el toque de Becky y su risa suave me hacían sonreír. Quería que el tiempo se detuviera justo en ese momento.

De repente, Becky se detuvo y miró las sábanas con una mueca curiosa.

:- ¿Por qué huelen a...?-

Ambas miramos al mismo tiempo las sábanas. Estaban manchadas de chocolate. Un montón de chocolate. Los recuerdos de cómo habíamos jugado con la fondue de la fiesta, esparciéndolo por nuestros cuerpos, volvieron de golpe.

:- Vaya desastre que hicimos...- dijo Becky, sin poder contener la risa.

:- Definitivamente... necesitamos una ducha,- murmuré, quitándome los restos de chocolate pegajoso de la piel.

PASIÓN MORTAL || FREENBECKY (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora