《Capítulo 6》

115 13 11
                                    

Aquella tarde el ambiente era evidentemente sombrío en la mansión Levine, la familia entera almorzaba con elegancia y finura, contrastando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aquella tarde el ambiente era evidentemente sombrío en la mansión Levine, la familia entera almorzaba con elegancia y finura, contrastando.

- Y... ¿que tal tu primer día? _pregunta Danielle, tratando de relajar las cosas.

- Interesante... quizás ahora termine casándome con un proletario _responde la rubia, viendo fijamente a su padre.

El adulto levanto una ceja, lo que su hija menor aprovecho para sacarlo más de quicio.

- O mejor aún, con un gamberro _continúa con firmeza. 

Aquello solo empeoró la situación, el patriarca se puso de pie y abandono en comedor familiar antes de terminar en una peor situación.

Su madre entendía todo, miró a su hija con notable angustia.

- No te atrevas a llamarme la atención, madre _afirma seriamente.

- Si sigues así dudo mucho que puedan reconciliarse pronto _habla de forma tranquila.

- ¡Ese colegio es un chiste, madre..! _reclama evidentemente enojada_ nadie en mi clase está a mi nivel, los salones son un horno y como guinda del pastel, tuve que unirme a un club que huele a rayos y esta lleno de...

- De gente a la que no estas acostumbrada a frecuentar... _interviene la adulta_ Comprendo que te moleste el cambio tan drástico pero te toca asumirlo con humildad... quizás si tu padre ve un cambio positivo en ti, desista de su decisión.

- Para ti es fácil decirlo, no estás en ese ambiente tan horrible _finaliza cruzando los brazos.  

Al día siguiente, una vez terminadas las actividades escolares, Aura se preparaba para volver a casa, sabiendo que nuevamente tendría que emprender el camino a pie.

- ¡Oye, ayúdanos con la limpieza! _reclama uno de sus compañeros cuando la ve dispuesta a retirarse.

- ¿Perdón? _cuestiona evidentemente enojada.

- Aquí cada clase se encarga de la limpieza del salón, si quieres puedes... _propone Nelly, acercándose por pedido de su padre de ayudarla.

- Si quiero, me retiro en este momento, yo no pienso arruinar mis uñas lavando ventanas y mucho menos limpiando ese pizarrón _contesta con firmeza.

- No tienes elección _niega la castaña, entregándole un trapo.

La mirada penetrante de sus compañeros la convenció, tomó la tela y comenzó con las mesas, manteniendo aquella cara de asco de todo el día. 

- Esto es humillante _susurra para si misma.

La faena terminó, dando inicio a la hora de ir a clubes. Aura usaba un uniforme deportivo de color azul cielo y el cabello recogido en una coleta larga y trenzada. 

Esperaba ver a aquellos chicos patear sus balones o practicar algo sobre el deporte en el que supuestamente se basaba el club, pero por el contrario, aquel día todos salieron rumbo a otro lugar.

- ¿Entonces este club es una pantomima para saltarse la hora y venir a... lo que sea que se esto? _pregunta Aura. 

- De eso nada, nos ha pasado algo genial y queríamos celebrarlo _afirma el capitán.

- ¿Es que nunca has ido a un restaurante de fideos? _pregunta Bobby.

La cara de la rubia era la respuesta, notablemente incomoda mientras los seguía. Todos ingresaron, sin remedio alguno. 

- Bienvenidos, chicos... ¿y quién eres tú, niña? _pregunta un anciano con delantal.

- Aurora es nueva en el club, literalmente mi padre acaba de presentarla... Aurora, él es Seimur Hilman, entrenador del equipo de fútbol del Insituto Raimon _presenta Nelly con educación. 

- Pues bienvenida al equipo, chica. Siempre es grato recibir a quienes tienen pasión _afirma el adulto ante el silencio de la menor.

- Mucho gusto _responde en voz baja, notablemente forzada por si misma.

Todos se sentaron y pidieron rápidamente algo de comer.

- ¡Por la victoria! _anuncia Mark levantando el y sirviendo el plato de Axel_ ¿Aura, que te sirvo? _pregunta con una sonrisa.

- Una botella de agua esta bien... _responde evidentemente incomoda.

La sonrisa tan corta y borde que mostraba era más que suficiente para que los chicos entendieran que no se hayaba muy feliz de estar ahí. Pero decidieron tenerle paciencia, después de todo les recordaba a su amada y odiada Nelly Raimon hacia poco tiempo.

- ¿Aura... quieres que te lleve a tu casa? _pregunta la castaña una vez la celebración termina.

- Es humillante pero admito que ni siquiera sé dónde estamos... te lo agradezco _responde tras asentir con la cabeza.

El conductor abrió la puerta.

- ¿A donde llevaremos a su amiga, señorita Raimon? _pregunta el adulto desde el volante.

Nelly vio a Aurora, esperando a que le diera la dirección.

- Elmwood 1410... la mansión Levine _responde ella. 

- Entendido _asiente el mayor antes de arrancar.

- Si se que eres una chica de la alta sociedad... en esa calle no vive cualquiera _admite Nelly a modo de halago_ No me lo tomes a mal pero no entiendo que hace alguien con tu condición estudiando en un Insituto como Raimon.

- ¿Qué se supone que celebran hoy? _pregunta cambiando de tema hábilmente.

- Has estado tan arisca que ni siquiera te diste cuenta _contesta la castaña_ El sábado  pasado ganamos la final de distrito del Torneo Frontier, una competición para los equipos nacionales de fútbol de secundaria _comienza a narrar_ Fue un partido muy duro  pero enormemente gratificante, al final logramos ganarle a la Royal Academy.

Aquello último dejo a Aura con los ojos abiertos. 

- ¿La Royal Academy? _pregunta aún sorprendida.

- Si, la misma... ¿es que pasa algo con ellos? _pregunta Nelly.

- Que va, que va... solo me resultó curioso _afirma negando con la cabeza.

Finalmente llegaron a casa de Aura, esta se bajo y agradeció a su compañera por haberla llevado.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Belleza ImperialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora