Nadie me quiere a excepción de los villanos.

Capítulo 47

De todos modos, este dinero provenía del Gran Duque, pero quería comprar algo bonito para él en lugar de algo para mí.

<Es mejor cuando a mi papá le gusta.>

Nadie parecía darse cuenta debido a su fría cara, pero al Gran Duque en realidad le gustaban las cosas dulces como a mí.

Viendo que estaba comiendo helado solo, definitivamente le gustarían los dulces.

—Está bien si no recorremos todo el mercado hoy, podemos verlo mejor la próxima vez, así que no corras.

—¿En serio? Pero...

Sé perfectamente lo ocupado que está el Gran Duque.

En primer lugar, no creo que hayamos tenido tiempo para salir así hoy. Sacudí la cabeza, tratando de reprimir un poco de pena.

<No, esto es una recompensa que acabo de ganar.>

Mirando la cara del Gran Duque, pude ver una leve sombra bajo sus ojos. ¿Qué tan cansado debe estar si me lee un libro todas las noches y luego vuelve al trabajo?

—ShuShu, soy un caballero más fuerte de lo que crees. El cansancio no es un problema. —Me susurró el Gran Duque como si se hubiera dado cuenta de que miraba atentamente la sombra bajo sus ojos.

Luego, me llevó a la tienda de dulces.

—Bienvenidos... Yo...—La voz de la empleada, que saludaba activamente desde el mostrador, se volvió cada vez más silenciosa. En cuanto vio al Gran Duque, pude ver que estaba visiblemente asustada.

<Me siento mal.>

¡Qué le pasa con nuestro Gran Duque! ¡Ciertamente hay dudas sobre la maldición del Gran Duque, pero no hay ningún problema! ¡No es un villano! ¡Es un buen hombre!

Quería protestar de muchas maneras y defender el lado bueno del Gran Duque. Sin embargo, cuando vi a la empleada temblando como un conejo que se encuentra con un depredador, no tuve nada que decir.

Estaba tan asustada que no podía arreglar la reacción de su cuerpo por si sola.

—Eso, bueno...—la empleada ni siquiera se dio cuenta de que estaba temblando y trató de hablar con él.

Cuando la vi, me sentí un poco deprimida.

< ¡También es la primera vez que vengo a un sitio así! Voy a comprar algo e irme rápido, de lo contrario no funcionará.>

El Gran Duque me resultaba familiar, pero no me gustaba que fueran insensibles ante semejante apariencia.

Por alguna razón estaba de mal humor, así que fruncí los labios y caminé hacia el estante. El Gran Duque me siguió.

En el estante, se exponían caramelos de colores alineados en cajas. Quizás era un lugar dirigido hacia la nobleza, ya que las cajas tenían nombres extraños como "amor suave" y "sensación estimulante."

Vi el precio escrito debajo de las cajas.

< ¿Qué pasa con esos nombres?>

Aunque sabía leer, todavía no podía comprender bien los valores. Sólo pude darme cuenta de que eran mucho más barato de lo que pensaba en comparación con la asignación que había recibido.

Al final, tuve que acercar la nariz a las cajas una por una para oler que tipo de caramelos eran.

—Papá, ¿qué te parece esto? —Al preguntarle, señalando el caramelo de menta que tenía delante de mis ojos, el Gran Duque se encogió ligeramente de hombros.