Soltó un suspiro cansado al escuchar por quinta vez un reclamo del más bajo. Pero
simplemente soltó un bufido, y entraron a la tienda que el conocía perfectamente. Más que tienda, era más como un lugar para empeñar o ofrecer cosas de valor, era divertido engañar a Tanizen con objetos de mierda.Los ojos del castaño se entrecerraron, tratando de localizar en dónde estaba, pero después de unos segundos, pudo sentir un escalofrío debido a la nostalgia... Simplemente se callo, y camino junto a Spreen, el cual aún lo tenía agarrado de la muñeca para que esté no se pudiera caer.
Tanizen ladeo la cabeza, mientras trataba de fijarse más en el físico del chico nuevo, y susurro algo inaudible para ambos. Pero el híbrido ya se hacia una idea de que había dicho el imbécil. Jalo suavemente al más bajo, el cual se había quedado atrás.
Volteo su mirada al otro lado de la habitación, y solo pudo ver un pasillo borroso. Al parecer estaba en el mostrador. Su mirada volvió al contrario, el cual estaba viendolo fijamente. Hizo una mueca de disgusto, para luego subir su mirada al argentino, quien miraba al vendedor con una mueca.
La voz algo ronca del propietario sonó por la habitación.—y dime Spreen, ¿Quien es tu amigo?—pregunto, obviamente interesado, pero el brillo que antes estaba en sus ojos desapareció por completo. Simplemente se hizo una ilusión. No pudo evitar mirar al más bajo de reojo, quien estaba frotandose ambos ojos.
El híbrido hizo una muñeca ante el interés de Tanizen, pero respondió sin dificultad.—Ehm... Es, un primo lejano. Perdió sus lentes en el bosque, y necesita unos nuevos, cómo ves.—menciono, pero escucho una voz que conocía al fondo de la habitación, justo donde se encontraba la zona de ventas.
Está dió una sugerencia, pero esto hizo que frunciera el ceño.—¿No podrán servirle los lentes del héroe?—pregunto Noni, esto hizo que el castaño hiciera una mueca de confusión, sin embargo se callo, y dejo que el híbrido insultara al propietario por hacer una falta de respeto tan gigante.
Realmente no tenía idea de que pasaba, estaba con la mirada baja, pero sintió al más alto soltarlo de la muñeca, pudo escuchar como este daba unos pasos hacia el frente, y levanto la mirada tratando de atinarle a la posición actual.
Un aroma bastante familiar entro por sus fosas nasales, y antes de que se diera cuenta, sus lentes, sus lentes redondos los cuales al parecer se habían duplicado, estaban recién colocados en su rostro. Sonrió victorioso al poder ver con claridad, pero esto no duró mucho, ya que el híbrido le quito los lentes.
Hizo una mueca, y coloco ambas de sus manos en su pecho. Ni siquiera lo habían dejado estar feliz por lo menos cinco minutos. La verdad no estaba escuchando nada de la conversación de Tanizen y Spreen, estaba lo suficientemente ocupado planeando volver a ser un Dios.
Dio algún que otro paso atrás, girando hacia este lado, pero al notar como daba pasos torpes paro. Y escucho la voz del híbrido, quien le ordena que se volteará. Pero el no lo hizo. Una mueca de disgusto apareció en su rostro, ¿Quien verga se creía?
Antes de que pudiera maldecir al híbrido, los lentes redondos fueron colocados en su rostro, está vez por Spreen. Hizo una mueca de confusión, pero acepto gustoso. Volteo su mirada hacia atrás, notando a los vendedores, los cuales estaban susurrando cosas. Los miro con molestia, y les saco el dedo de en medio, el suficiente tiempo como para que estos se dieran cuenta.
—¡Hasta tienes la personalidad de Juan, hijo puta!—
"Dios verde, cuidanos de todo mal, protege a nuestros seres queridos y cuida su salud. Tú que tan generoso eres, ayúdanos y perdona nuestros pecados, por favor."

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𝙎𝘦𝘳 𝙪𝘯 𝘿𝘪𝘰𝘴 𝙣𝘰 𝙚𝘴𝘵𝘢 𝙩𝘢𝘯 𝙢𝘢𝘭━𝙎𝘱𝘳𝙪𝙖𝙣
Science FictionEl Dios que es alabado por muchos, ahora tiene que aprender a ser humano gracias a un error que cometió... Mierda. ━Creditos totalmente mios♡━