00124 | bienvenida

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martina
☆  ☆   ☆

40 semanas y dos días. Siento que estoy embarazada desde hace un año y eso que me enteré tarde.

Luego de despertar a Olivia para ir al jardín y de desayunar juntas, la cambié y subimos al auto junto a Madison quien me va acompañar al control para ver si este bebé piensa salir en estos días o va a quedarse dentro mío mucho tiempo más... ojalá no, por favor que ya estoy cansada.

–¿Venís a buscarme vos o papá?

–¿Viene Madison, está bien?—asiento luego de darle un beso en la frente a Oli—. Yo ahora voy a ver a tu hermanito y te espero en casa con el almuerzo.

Ella asiente, la saco el brazos del auto y juntitos los tres caminamos hasta la puerta de su jardín. Le pongo la mochila y ella entra felíz.

Vuelvo al auto y vuelvo a respirar normalmente bajo la atenta mirada de mi mejor amiga en el asiento del copiloto. No valoré lo suficiente el no cansarme al caminar una cuadra con Olivia a upa.

Al llegar al consultorio y esperamos que me llamen, minutos eternos como se me están haciendo los días, a mí y a todos los medicos que se mudaron desde Barcelona por mí.

–Este bebé no tiene ganas de nacer todavía —el médico rie apenas me ve.

–Que salga ya, yo ya no puedo más.

–Vamos a controlar a este niño para saber cuando piensa salir al mundo.

Que sea mañana mismo.

Me hacen varios controles y me ponen en la panza, que tampoco es tan grande, unas cosas que no entiendo pero que el resultado dá bien así que simplemente Benjamín está a gusto dentro de mi y no se le dá por nacer.

–Tres centímetros de dilatación —dice la enfermera luego de controlar la misma—. Así qué...

–Nace mañana... hoy probablemente, todavía es temprano —mi médico asiente.

Miro a Madison toda paniqueada y ella me sonríe. Yo que pedía que nazca ya ahora me da miedo, tráiganme a mi mamá.

–¿Y que hago ahora?

–Podes ir a prepararte en tu casa y volver cuando tengas de 3 a 4 contracciones en 30 minutos... no hagas mucho esfuerzo, no levantes nada pesado, si podés caminar.

Asiento a todas sus indicaciones mientras quiero llorar de tantos sentimientos juntos.

Apenas salimos de la consulta Madison me mira riendo mientras yo la abrazo, como cada diez minutos porque no se cómo agradecerle todo lo que hace por mi y todo lo que significa ella para mí vida.

–Hoy lo conocemos, hermana —me mira sonriendo.

–Vamos a ser cuatro.

Asiente y vuelve a abrazarme. Ya en nuestros viajes se va a sumar Benjamín, además de Oli que ya está hace tiempo.

Manejo a casa escuchando Lifetime en loop mientras mil escenarios se me cruzan por la cabeza de como será mi vida y mis días de ahora en más.

Con Madison pasamos por una jugueteria para comprarle algo a Olivia de parte de su hermano y ya vamos a casa, ella deja el bolso de Ben en el living y mi valija a un lado cuando yo recuerdo que no le avisé a mi mamá y que ahí es de madrugada.

–Llamala, no le va importar que la despiertes.

–Es que allá son las cinco de la mañana... y ella hoy a la noche toma el vuelo para venir.

–Si toma el vuelo hoy a la noche llega mañana y mañana ya va a estar Benja, llámala ahora que quizás llega para cuando nazca... ¿Puedo decirle a los chicos?

iconic ; enzo fernandezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora