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Ahora, no malinterpretes a Reigen.

Puede estar esperando en la cola de un restaurante romántico con Serizawa. Puede que esté muy enamorado de Serizawa. Y puede estar en una pseudo relación con Serizawa.

...¡Pero eso no significa nada!

Podían seguir siendo amigos, podían seguir siendo normales el uno con el otro. Reigen podía mantener la calma.

...Incluso después de lo que Reigen había apodado 'el abrazo capaz de acabar con todos los abrazos'.

Incluso después de toda la tensión sexual palpable entre ellos cuando Serizawa finalmente se había alejado.

...Incluso después de que Reigen soltara que debían salir a cenar esa noche porque aún necesitaban usar el cupón que Kaname-san les había dado. 'Sería una pérdida de dinero si no vamos los dos jajajajajajajaja.' Había dicho Reigen, con todos los 'jaja' incluidos.

"Debe ser muy bueno si hay una cola tan grande afuera". Serizawa musita distraídamente, agacha la cabeza a un lado para ver la masa de gente que tienen delante. "Probablemente anochezca antes de que entremos". Normalmente, algo así se diría con una especie de irritación desdeñosa. Pero Serizawa simplemente parecía complacido.

Probablemente solo estaba en la cabeza de Reigen.. Sí...

"Supongo que eso nos da más tiempo para hablar".

Ahora se vuelve hacia Serizawa, avergonzado y más nervioso de lo habitual. "Lamento mucho haber lloriqueado esta tarde... No sé qué demonios me ha pasado". Dice con seriedad, rascándose la nuca.

"Por favor, no lo lamentes", dice Serizawa, "lamentar es lo que mejor se me da... No quiero quedarme sin trabajo". Hay una pequeña sonrisa en su cara.

Reigen siente calor, a pesar de sí mismo. Todavía había una sensación oculta de incomodidad dentro de él, algunos retazos de oscuridad que aún rondaban por su cabeza. Pero eran fáciles de ignorar cuando estaba cerca de Serizawa.

Dos hombres, trabajando en una oficina pequeña e íntima, yendo a cenar juntos a un restaurante de lujo.

Simplemente hombres siendo hombres. Totalmente no el uno al otro. Nop.

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Los dos llegan hasta el postre antes de hacer algo completamente embarazoso.

La atenta camarera que les había estado sirviendo toda la noche les saca la tarta de chocolate complementaria. Lo había llamado "postre doki doki", y ahora Reigen entendía por qué.

Tenía forma de corazón.

Joder.

La comida estaba deliciosa, el ambiente había sido realmente agradable -era mucho más lujoso de lo que ninguno de los dos estaba acostumbrado-... Pero Reigen estaba a punto de saltar por la ventana del segundo piso para salir de allí.

"Ah", dijo Serizawa simplemente, mirando el pequeño pastel. Había dos cucharas a cada lado y azúcar glas espolvoreado por encima. Obviamente, estaba destinado a ser compartido.

Reigen lo mira como si fuera la causa y la respuesta a todos sus problemas.

"Supongo que todo el mundo piensa que estamos saliendo, menos nosotros", se ríe Reigen, tal vez una carcajada más larga de lo que debería.

"Supongo que si todo el mundo piensa que estamos saliendo deberíamos darles un buen espectáculo". Serizawa dice simplemente, coge la impecable cuchara del plato y toma un bocado del pastel. Reigen piensa que se lo va a meter en la boca (que es lo que él haría), pero se lo tiende. "Di aah."

Oh dios mío, joder- qué JODER- mierda, pelotas- penes, CULO. ¿¡Qué carajos!? ¿¡Qué carajos!?

"¿Qué estás...?" Serizawa le mete la cuchara en la boca cuando Reigen la abre para protestar.

El pastel es totalmente sabroso- como todo lo demás en este restaurante TONTO. Es ligero y esponjoso, con la cantidad perfecta de sabor a chocolate que Reigen no había probado en años.

... Y tal vez, sólo tal vez, sabía mejor porque Serizawa se lo estaba dando.

"¿Cómo está?" Pregunta, con las cejas levantadas.

"Es el segundo corazón más dulce que he conocido". Reigen responde antes de poder pensarlo realmente.

Serizawa levanta las cejas, curioso por la frase. "¿Y cuál es el primero?"

"El tuyo". Lo dice -medio en broma, medio en serio- con la coquetería casual con la que solía hablar a veces. Reigen iba a conseguir que le mataran alguna vez; siempre hablando sin pensar.

Serizawa se pone rosa, probablemente avergonzado.

¿De qué otra manera se suponía que reaccionara después de una tontería como esa? Reigen no puede imaginar lo que fue... ¿tu jefe comparando tu corazón con un puto pastel de chocolate? Idiota.

Serizawa todavía tiene la cuchara en la mano y lo mira boquiabierto.

Reigen, mira por un momento- completamente ocioso. Era como si su cerebro fuera un viejo Apple Mac de mierda del 1999 que estaba tratando de ejecutar el maldito Windows 8.

Presa del pánico y sin saber qué más hacer, saca un montón de pastel con la cuchara adyacente a su lado y lo mete directamente en la boca abierta de Serizawa.

"Está bueno, ¿verdad?" le pregunta Reigen, bastante alto y frenético. Dios, era un desastre.

Serizawa sigue mirándole, con los ojos un poco abiertos. "Sí". Dice abriendo demasiado la boca. Se le caen de los labios las migas de la tarta y caen sobre la mesa inmaculadamente blanca.

Mortificado, Serizawa se tapa la boca y coge la leche que había pedido con la tarta para bajar el abundante bocado.

Reigen mira las oscuras migas y piensa que parecen pequeñas pulgas caminando sobre la exquisita tela. Dios, esta estúpida tela probablemente le valía un mes de alquiler...

Reigen silba, "woah, Katsuya, creo que tienes pastel en nuestro mantel de setenta mil yenes..."

Serizawa, con cara de estar a punto de desplomarse por este hecho, mira las migas que acaba de dejar sobre el mantel y empieza a balbucear.

Todo eso habría estado muy bien...

Si no hubiera sido por la leche que aún tenía en la boca.

Serizawa la escupe con incrédulo horror antes de poder contenerse.

...Directo a Reigen.

Era como ir a un acuario y sentarse en la zona de chapoteo. Excepto que en lugar de refrescante agua fresca era... bueno, leche... y la saliva de Serizawa.

...Mierda.

Los dos se miran fijamente, horrorizados por lo que acababa de ocurrir.

Sin saber qué más hacer, Reigen coge otro trozo de pastel y lo moja en una parte de su pelo particularmente saturada de leche.

"Mmm está aún mejor con leche".

Fue una cita bastante buena. Considerando todo. 9/10.

A Veces Es Mejor Así - SerireiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora