00111 | eco

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martina
☆   ☆   ☆

Ayer Argentina jugó el tercer partido de grupos contra Perú y no pude ir porque tenía que abordar el avión hacia Barcelona, igualmente tann importante no fué porque clasificados ya estábamos y mi papá tampoco jugaba. Olí obviamente está conmigo para ver a su hermanito que tan emocionada la tiene de vez en cuando, hay días que si y otros días que no quiere saber nada y se aleja de mi.

Al mediodía aterrizamos y Madison ya estaba en el aeropuerto esperándonos con una sonrisa y a su lado mi mejor amigo con su típica cara... pero sé que me extrañó. De ahí fui a casa a bañarme, comer algo rápido e ir a la ecografía.

Enzo, obviamente, no podía acompañarme porque no había manera de que viaje y lo entiendo pero aún así siento su ausencia y desearía que esté a mi lado.

Los cuatro entramos al consultorio, donde la ecografista nos recibió con una sonrisa cálida y luego de todos los chequeos y preguntas de mi médico me recosté en la camilla con mi mejor amiga a mi lado, con Olí en sus piernas, y mi mejor amigo unos pasos atrás.

El monitor se encendió, y yo contengo la respiración mientras la ecografista mueve el transductor sobre mi abdomen. Y allí estaba: una pequeña figura, un latido diminuto que llenó la habitación y que hicieron llenar mis ojos de lágrimas.

La ecografista nos mostró más detalles: las diminutas manos, los pies en formación. Madison recostó su cabeza cerca de mi mientras tenía nuestras manos entrelazadas y alguna que otra lágrima recorría su cara con una sonrisa.

–¿Les dijeron que el sexo? —preguntó la ecografa y asentí—. ¿Ya tiene nombre?

–Benjamin.

–¿Ella es su hermana? —señala a Olivia con una sonrisa y asiento de la misma manera.

Y si, Olivia es mía quieran o no. No la engendré ni la parí pero la estoy criando yo y me hago cargo de absolutamente todo.

–Mira, mueves esto despacio para ver a tu hermano —ella le da el aparato a Olivia quien lo mueve despacio con su ayuda.

Y como no puede ser de otra manera, yo con los ojos llenos de lágrimas, observó la imagen tan hermosa de ella mirando la pantalla en busca de su hermano quien allí, en blanco y negro, nuestro pequeño bebé se movía un poco.

–Es un niño muy sano, está excelente de peso y altura.

Nos comentó la ecografa mientras yo limpiaba el gel de mi abdomen.

Y es real. Mi hijo estaba ahi, creciendo dentro perfectamente así que eso me hace un nudo en la garganta que empeora cuando mi mejor amigo me besa la frente con una sonrisa. Tampoco soy tan fuerte.

Madion toma a Olivia en brazos mientras Gavi la ecografía y yo me limpio las lágrimas. Saludo a la ecografa luego de pactar la próxima cita, a la que Enzo va a venir así tenga que dejar todo, y nos despedimos.

–Tu hermanito —miro a Olivia sonriendo.

–Es así —hace una medida con sus dedos y asiento.

–Que no hagas esto más —Gavi me mira apenas alzo a Olivia.

–Pero ella todavía es mi bebé, necesita estar upa —la abrazo y le doy un beso en la mejilla.

–No puedo dejar de llorar —Madison nos mira a ambos con el maquillaje corrido.

Mi mejor amigo la abraza riendo pero ambos sabemos lo fuerte que es todo esto para ella y todo lo que está superando solo para querer ver a su ahijado. Merece millones de cosas hermosas y las tendrá.

iconic ; enzo fernandezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora