iconic ; enzo fernandez

00107 | cuatro

martina
☆ ☆ ☆

Ayer Argentina jugó el último amistoso previo al comienzo de la Copa América y como es de esperarse, ganaron y les dieron el día libre así que Enzo vino conmigo y Olivia al hotel.

Hoy, para almorzar antes de que ellos vuelvan a la concentración, nos juntamos con mi familia y la de él. Acá se define si mi papá lo mata y la Copa América queda en segundo plano o si queda como un recuerdo feliz.

-Esta gigante, Mar -Enzo mira mi panza sonriendo-. O sea, ahora se nota.

-No sé si es de lo que comí o es Ben... digamos que es él.

-Estaba hablando con Gavi y me dice ayer a la noche quiso comer torta y Madison y Hector salieron a comprar pero yo no porque ya es pesada.

Después va estar detrás mío y en dos minutos recibo un mensaje diciendo que me extraña.

-¿Por qué hablan tanto?

-Somos amigos, celosa... también seguí en Insta a Héctor y me devolvió el follow.

-Bueno, que te compren del Barcelona así todos felices.

-Tampoco sueñes que nos quedamos en Londres todavía.

Ese club... mejor no digo nada cancelable.

Enzo besa mi panza y sale de la habitación mientras yo me visto con el oversize de siempre.

Cuando llegamos al lugar donde almorzariamos, saludo a todos y me siento en mi lugar con Ciro encima mío que para sorpresa de nadie, está pegado a mi.

-¿Podemos hablar?

Pregunté parada en la punta de la mesa y llamando a Enzo con la mirada, el cual tenía la respiración a mil y con los nervios que se le notaban.

Mi mamá me miró raro y mi papá le restó importancia... pobre de su tranquilidad que voy a matarla en unos segundos.

Mi corazón late con tanta fuerza mientras Enzo me agarra de la mano casi que quebrandola.

-Lo sé hace menos de un mes pero...

-Está embarazada.

Enzo me interrumpe y tira a la mierda todo mi discurso para decirlo él sin anestesia alguna dejando un momento de silencio absoluto. Mis papás se quedaron boquiabiertos, procesando la noticia mientras yo espero alguna reacción. Mis suegros si reaccionan al instante y se ponen felices al igual que mis dos hermanos menores y Thiago que repite orgulloso que él ya sabía.

-¿Embarazada? -mi mamá me mira poniendo una mano sobre mi abdomen con los ojos brillosos.

-Sí, de un niño -confirmé, sintiendo una mezcla de alivio y nerviosismo.

Me mira sin entender mientras sigue buscando mi panza y se queda así unos segundos.

-¿Ya hasta sabes que es? ¿Cuánto tiene?

-Cinco meses.

Me siento re mala madre por haberme enterado hace nada, pero es que tampoco habían indicios.

-¡Marti! Ya está enorme y vos recién te enteras.

Me mira riendo para luego abrazarme y ahí soltar todo el llanto que tuvo guardado. Un abrazo de esos que me dió siempre en los que me decía que todo iba a estar bien si la tengo a ella conmigo, y justo así será.

-Bebito -baja hacia mi abdomen y yo bajo mi pantalón hasta la cintura-, hacete ver qué te estamos esperando.

-Yo siento como cosquilleo pero nada más... anda a saber dónde está.