Capítulo 1

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Tocan a la puerta y llena de aprensión, dejo el periódico y el bolígrafo encima de la destartalada mesa. La sección de empleos apesta porque las compañías sólo buscan personas con experiencia y yo aún no tengo ninguna. Maldita sea, estoy desesperada; mi situación actual ya llegó a su estado más crítico y si las personas que están detrás de esa puerta son las que vienen por mí, entonces no sé qué será de mí y no tengo otro remedio, excepto cooperar. Me levanto y lentamente me dirijo hacia la puerta. Otro fuerte e impaciente golpe me sobresalta y a esta clase de individuos no puedes dejarlos esperando. Tomo la manija y abro.

Cristo.

Son tres. Grandes, fuertes, excesivamente atractivos y eso me toma con la guardia baja. De la nada, siento como mis bragas se humedecen y mi núcleo comienza a palpitar. Miro a los tres hombres y ellos me devuelven la mirada, primero con sorpresa y luego con apreciación, deseo y excitación.

El ambiente alrededor pasa de tenso a algo completamente diferente, a algo...inevitable. Los dejo entrar y camino hacia atrás para darles espacio. El apartamento de Eric es pequeño y apenas cabemos los dos, pero estos tres hombres lo llenan por completo con su imponente y peligrosa presencia. No tenemos casi muebles, sólo un raído sofá, pero ellos no son de los que se sienta a charlar; no, ellos actúan.

—¿Sabes por qué estamos aquí? —me pregunta con voz profunda uno de los tres hombres tatuados que ahora me miran ávidamente. Tragando el nudo en mi garganta, le contesto quedamente:

—Sí, lo sé.

—Bien, hagámoslo entonces. Quítate todo. —me ordena el más mayor de ellos y lentamente, comienza con sus propias ropas y con una sonrisa perversa en su rostro. Aunque parece de cuarenta años, el hombre se ve impresionante con sus abultados bíceps tatuados y con un aire de autoridad que me obliga a obedecerlo.

Miro a los otros dos y no encuentro ninguna diferencia en ellos. Son idénticos y más jóvenes que el otro; deben estar a finales de la veintena.

Son demasiados hombres.

Son demasiados calientes.

Y la tentación, es demasiado también.

Llevan puesto sus chalecos con los parches del Club de Motoristas Iron Horse Riders y maldigo mentalmente a mi medio hermano. Esto es todo culpa suya. Ya me lo advirtió antes de irse a la mierda.

Me espetó:

Tienes que hacerlo o jodidamente, me matarán....y a ti también. —me escupió con desprecio. —Ellos vendrán, lo harán y luego se largarán y no volverás a verlos, maldición. Lo siento "hermanita", eras tú o yo, pero mi vida vale más que la tuya. dijo con prepotencia y luego añadió: —Quien sabe, tal vez te guste y me lo agradezcas luego.

El muy cabrón me las va a pagar. No sé en qué mierda anda metido, pero lo que sí sé, es que con esta gente peligrosa no se juega y él me involucró para salvar su culo.

—¿Qué esperas? Terminemos con esto. Ese cuerpo sexy que tienes, debe tratarse de la manera correcta, nena. —sentencia el hombre con voz lujuriosa, trayéndome a la realidad y los gemelos ríen de una manera traviesa.

Tomando una muy bienvenida y tranquilizadora respiración, empiezo a pagar la deuda ajena.

AVISO:

HISTORIA EN EDICIÓN. SE SUBIRÁN LOS CAPÍTULOS YA EDITADOS PRÓXIMAMENTE. GRACIAS Y DISCULPEN LOS INCONVENIENTES.

Their Old Lady© (Ride and Ink Series #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora