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Recomendación: leer los capítulos al ritmo de la canción o con la canción, para que tenga más sentido los capítulos. Gracias.

Disfrutá.















Jungkook se acercaba cada vez más al hombre mientras sonreía a través de la máscara.

— Vera, Jiho, el juego es sencillo y fácil. — Explicó el azabache una vez ya cerca del hombre. — Solo tiene que lanzar el dado y lo que le salga será su destino a morir. — Se inclinó para hacer que el hombre mire el dado.

— ¡No! ¡Aléjate de mí! ¡Suéltame!

Jungkook solo lo miró serio. — Está bien, entonces tendré que tirarlo por usted. — Se alejó un poco para luego lanzar el dado al aire.

Jiho miró con miedo el dado cuando ya cayó al suelo.

Jungkook se acercó a ver. — Vaya, que mala suerte tiene señor Jiho. — Alzó un poco sus hombros para luego levantar su mirada al hombre.

Esté lo veía con terror y miedo.

— Le tocó juego. No sabe cómo me va a encantar jugar con usted señor Jiho. — Informó mientras lo veía. — Nos vemos. — Ladeó su cabeza para luego golpear con fuerza su nuca para desmayarlo.

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Poco a poco el hombre se fue levantando.
Alzó su cabeza para ver a donde estaba.

— Que? — Estaba en una caja o habitación de cristal. Miró a todos su alrededor. Al exterior había habitaciones de ladrillo. Miró a su alrededor, al frente había una mesita. Miró arriba. Y ahí es cuando vio. Una variedad de cuchillos en el techo, se veían que estaban bien afiliados. Miró al frente donde estaba el exterior; Había un gran temporizador que marcaba 10 minutos arriba de un escenario.

Jiho se paró y miró a su alrededor. Se acercó a cada extremo de la habitación para golpear el cristal. — AYUDA, SÁQUENME DE AQUÍ POR FAVOR.

En el exterior se escuchó como alguien se estaba preparando para hablar en el escenario, así que solo miró ahí.

Jungkook se encontraba en el escenario mirando fijamente la caja de cristal donde contenía al ser asqueroso.

— Bienvenido a uno de mis juegos, Señor Jiho. — Dijo en el micrófono el azabache. — Espero que se encuentre de maravilla ahora. — Rió leve. — Vera, el juego es muy simple. Frente a usted hay una mesita que contiene 5 jeringas con un líquido. Para meterlo en contexto dentro de usted está circulando un veneno muy potente que si no encuentra rápidamente la cura puede morir. — Con simpleza explicó mientras seguía viendo serio la caja de cristal. — aquí, atras mío hay un temporizador que marca 10 minutos, si en 10 minutos no encuentra la cura lamentablemente morirá envenenado de la peor forma posible y aparte, cuando el temporizador marque 00:00 los cuchillos que estan arriba suyo caeran automáticamente, y puede morir también por eso. Las jeringas que está frente suyo está la cura. — Explicó. — Pero cuidado, si no se inyecta la opción correcta puede morir por sobredosis. Tenga cuidado en elegir, así como usted tomaba a cualquier mujer sin pensar las consecuencias, y no elegía usted, usted tomaba a cualquier bonita indefensa que andaba por ahí para aprovecharse de su inocencia y vulnerabilidad. Bueno, ahora le estoy diciendo que tenga cuidado en elegir. Mucha suerte. — Habló sin más para abandonar el micrófono y desaparecer de la vista del hombre.

El termómetro empezó a avanzar.

El señor Jiho gritó de frustración y empezó a golpear el vidrio de la habitación con fuerza para tratar de romperlo, pero era en vano.

Justicia por mano propia || Kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora