IRIS
MARATÓN 2/3
Abro mis ojos lentamente e intento reacomodarme.
Pero no lo consigo.
Cuando miro bien, me doy cuenta de que estoy abrazada a Sky.
Joder.
Joder.
Joder, joder, joder.
Mis brazos rodean su cintura y los suyos se encuentran bajo mi cabeza.
¡Le he estado aplastando los brazos!
Muerdo mi labio con nerviosismo y comienzo a detallarlo.
Su ceño se encuentra relajado, sus ojos cerrados y su pecho sube y baja lentamente.
Sonrío inconscientemente al recordar como se levantaba somnoliento, cada vez que la alarma sonaba para cambiar mis vendas.
Joder, se veía demasiado tierno.
No sé en qué momento lo he abrazado, pero su cuerpo se encuentra calentito, así que vuelvo a pegar mi cabeza a su pecho y cierro mis ojos, con la intención de volverme a dormir.
Me separo rápidamente, ¿qué estoy haciendo?
Estoy loca, completamente loca.
Loca por él.
¡Pero qué cosas dices!
—Sí sigues mirándome así me enamoraré completamente de tí.
—¡Ah! —doy un respingo al oír a Sky hablar—. ¡Pero si estabas dormido!
—No taaaan dormido como para no darme cuenta de que querías volver a dormirte en mi pecho.
Mis mejillas se calientan y me hago pequeña.
—Y no tan dormido como para no notar lo mucho que me miraste —finaliza y guiña un ojo.
Suelto un grito y me escondo bajo las sábanas.
Me remuevo para esconderme aún más pero termino cayendo al suelo.
Suelto un gritito.
—Creo que me he roto un hueso...
Él comienza a reír.
—¡Qué exagerada eres! Aunque menudo golpe te has dado —exclama entre risas y oigo como se para de la cama para venir a ayudarme.
—¡Tú eres desexagerado! Me he roto el duraznito yo...
—Para comenzar, no creo que la palabra desexagerado exista, y para continuar, ¿cómo que te has roto el duraznito?
—Entonces tú eres el inexagerado. Y sí, me he roto el duraznito... ¡Estoy segurísima!
—Deja de inventar palabras y levántate del suelo que no te has roto nada, chispita.
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Alas de fuego
RomanceEscucho pasos detrás de mí y corro como nunca. -¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen. -Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme... -¡No! Yo per...