Capítulo 1 Emma

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Las vacaciones no tardaron en llegar y debía viajar a Tennessee. Tomé el móvil y le envié un mensaje a mi hermana, contándole qué pasaría una semana con ella. Jessi me devolvió una llamada casi al instante. Estaba como loca, excitada y emocionada por la noticia. Lo podía percibir en su voz, quería saber cuándo llegaría a la ciudad. Puesto que desde Tennessee hasta el pueblo de Lochley quedaba una hora más de viaje por carretera.

Para ser sincera, no tenía muchas ganas de ir a ese maldito pueblo. Últimamente, las noticias que me llegaban no eran exactamente las que quería oír y a mi familia le encantaba ponerme al tanto de ciertas situaciones. Muchas fueron las razones por las cuales no visitaba a Jessi; una de ellas, sí, claro, era Peter. Pedro, el chico del cual me había enamorado como una loca. Él es amigo de la familia, cinco años menor que yo, y para ser sincera fue el amor más puro, pasional, verdadero y salvaje que tuve en mi vida. Pues las noticias de que Peter estaba trabajando en una de las Haciendas más importantes de la región y que ya se encontraba en una relación, no tardaron en llegar.

Todos conocían a Pet y le demostraban mucho afecto. Siempre comentaban sin maldad, y para mi suerte, cuando hablaban del, estaba presente.

-Hola, hermosa- dijo Jessi, emocionada, al otro lado del móvil.

- Llegaré el próximo lunes cerca del mediodía. Espérame con algo rico para almorzar.- Comente...

Hablamos durante casi una hora y coordinamos para que me fuera a esperar a la terminal de bus. Jess sabía muy bien que odiaba viajar y me conocía lo suficiente como para saber que la única persona que toleraría al llegar sería ella. Mi hermana es la persona que más me conoce, sabe muy bien cuándo hablarme, cuándo hacerme un chiste o incluso cuando estoy a punto de llorar. Mierda, era lo mejor que tenía, mi mejor amiga. Me di cuenta de lo inmadura que había sido, había dejado de lado a una de las personas más importantes de mi vida. Supongo que todos debemos tomar el tiempo para sanar. Jessi conocía muy bien mis razones, no sería egoísta y no me juzgaría. Suspire, tome aire y luego lo solté. Todo pasa... Todo va a estar bien. Me dije a mí misma.

Al despedirnos, sentí un vacío en mi interior, la extrañaba mucho. Después de la muerte de nuestra madre y la ausencia de nuestro padre, ambas nos habíamos distanciado. No entendía por qué, tal vez, necesitábamos pensar y sanar cada una por su lado. Pasar del trabajo a la universidad todos los días se había convertido en mi distracción, pero ya era hora de enfrentar la realidad. De sanar mis relaciones y de volver a conectar con las personas que me hacían bien. Jessi se sentía sola, me lo había dicho Mario, mi cuñado, y yo me sentía igual. Él estaba preocupado por nuestro distanciamiento. Habló conmigo y se alegró cuando le conté que iría a visitarlos. Mario era un gran hombre y adoraba a mi hermana. Siempre estaba dispuesto a sacarle una sonrisa, era amistoso, honesto y trabajador. No podíamos permitir seguir de esa forma, era la única familia que me quedaba.

Pasaron los días y el domingo ya me encontraba armando la valija. Con los últimos detalles para el viaje. Tomé el móvil y le mandé a Jess una foto divertida con toda la ropa tirada sobre mi cama. Pues ambas, siempre fuimos de lo más monas para vestirnos. Nos encantaba estar a la moda y destacar. Era nuestro plus y cuando la visitaba siempre llevaba alguna que otra prenda de más para prestarle y armar diferentes outfits. Nos tomábamos fotos e incluso intercambiamos alguna que otra blusa, falda o vestido.

Peter & Emma Siempre vuelvo a LochleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora