El silencio reinaba en el interior del coche de Alisa; a esta la dominaba la euforia por tener una cita con Jayden, mientras a Jess no dejaba de consumirla todo tipo de preocupaciones.
—¡No deberías ir! —dijo Jess, rompiendo el silencio—. O al menos espera unos días. ¡Jayden ha pasado la mañana conmigo!
—¿Y qué? —le interrumpió abruptamente—. El cambio ha funcionado y además al fin he conseguido una cita con Jayden. ¡No tienes ni idea la de tiempo que llevo colada por él! He estado todo el curso tras él y no me hizo ni caso, hasta me lié con su amigo Marcus por si eso le daba celos, pero no sirvió de nada.
Jess recordaba el tiempo en el que su hermana estuvo saliendo con Marcus. El chico coincidía con ella en clase de literatura, estaba completamente enamorado de Alisa y por ello entablaron amistad, ya que le pedía consejo sobre Alisa, además de preguntarle sobre sus gustos e inquietudes. El romance no tardó mucho en llegar a su fin, ya que Alisa se cansó de no llamar la atención de Jayden y Marcus quedó hecho polvo. El chico no dejaba de preguntarse qué había pasado, Jess también lo desconocía, hasta ahora.
—¡Eres lo peor! ¿Cómo pudiste jugar con él de esa manera?
—No voy a hablar de eso ahora —replicó Alisa—. Pasó y ya está. Y da igual lo que digas, iré a ver a Jayden.
—Pero podrá sospechar. He sido una borde con él y no tienes ni idea de lo que ha pasado en el partido.
Al fin llegaron a su casa y tras aparcar el vehículo, Jess salió enfadada de él y aunque Alisa comprendía las preocupaciones de su hermana, tenía una manera de averiguar qué había pasado esa mañana. Tras entrar en la vivienda, Jess subió al piso superior, a su habitación y Alisa no tardó en irrumpir. Encontró a su gemela tirada en la cama y ella se tumbó a su lado.
—Vamos a ver qué ha pasado esta mañana.
—¡No! —protestó Jess—. Odio verlos. Detesto que hablen de todos y vigilen lo que hacemos.
—Pues a mí me hubiera gustado haber tenido la misma idea que ellos y ganar tanto dinero como esos cretinos. ¡Vamos allá! —dijo Alisa, tomando su teléfono móvil y accediendo a las redes sociales.
No importaba en qué red buscase, siempre iba a encontrar una cuenta llamada "Gossip Clover" que hacía una clara evidencia a la Gossip Girl y como ella informaba de todos los cotilleos del instituto en especial y otros ciudadanos. Aunque sus creadores no ocultaban su identidad, eran un hermano y una hermana, siendo ella un año mayor. Taylor y Hannah, ambos compañeros de clase, que sentados ante una mesa como si de un informativo se tratase, comenzaban a hablar de lo que querían.
—Al parecer la clase de Educación Física de hoy ha estado muy, pero que muy caliente —comenzó Taylor, de dieciséis años, piel bronceada, cabello castaño y corto—. ¿Qué me dices, Hannah? ¿No piensas lo mismo?
—Hmm, sin duda, al parecer Jayden y Alisa han disfrutado mucho de la clase, incluso se olvidaron de estar en ella cuando cayeron el uno encima del otro. ¡Veámoslo!
A continuación se mostraba un video de dicho encuentro. A pesar de que el instituto prohibía llevar teléfonos durante las clases, los alumnos encontraban la manera de llevarlo encima y acababan enviando información a Taylor y Hannah. Ellos, realmente, solo debían seleccionar lo más llamativo, además de agradecer, anónimamente a la fuente de información.
A Jess volvió a latirle el corazón al ver el momento, mas no solo mostraron ese, sino otros más, como el careo que tuvieron durante el partido, la caída de ella y como él le ayudó.
En cambio, Alisa lo examinaba todo con esmero, fijándose en cada detalle por si volvían a hablar esa noche del partido.
—Lo volveré a ver más tarde —concluyó Alisa, terminando la reproducción—. Voy a empezar a prepararme, por cierto, ¿tu mano, te duele?

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Amor en la mentira
RomanceJess afronta su último año de instituto feliz porque su sueño de ir a estudiar a Nueva York esté cercano, pero un día, Alisa, su hermana gemela le pide que se intercambie con ella en clase de Educación Física por una urgencia. A regañadientes, Jess...