Capítulo 1: Sueños

21.5K 1.8K 1.3K
                                    

Grité. Y... Me desperté.

Debía ser muy tarde en la madrugada. Notaba como una fría capa de sudor me cubría la piel.

Jadeaba, y tenía ganas de vomitar, dado a mis horribles ataques de asma.

Noté un brusco movimiento en la oscuridad. Ya había llegado...

-¡BOCCHAN! ¡Bocchan...! -Sebastian encendió rápidamente el candelabro. Parecía extremadamente preocupado-. ¿Se encuentra bien? ¡Respóndame...!

Por alguna extraña razón, no conseguía articular palabra. Quería suplicarle, pedirle ayuda, pero... No podía. Esos ojos carmesí y pelaje negro me perseguían aun fuera de mis pesadillas...

Fui a abrir la boca, pero en vez de una mísera palabra, salió asquerosa flema dado a mi estúpida enfermedad. Me puse a toser brutalmente... Y mientras caí al suelo. Sentía una debilidad increíble. Sebastian me ayudó a alcanzar la cama de nuevo.

-¡Señor...! -me agarró del torso, presionándome ligeramente contra las sábanas-. ¿Ha soñado de nuevo con eso...?

-Esos ojos me están consumiendo... -dije con una gran bocanada de aire. No podía casi hablar-. Sebastian... -le cogí de la camisa fuertemente.

Él empezó a arroparme de nuevo. Santo cielo, ¿por qué noto tanto calor cuando me acaricia...? Noto como me quema...

-Bocchan, tiene que intentar dormir más. Mañana será un día lleno de trabajo. Y... Hablaremos de su sueño. No me gusta verle sufrir.

Solté una carcajada interna. Es grandiosa la capacidad que tiene de simular compasión por alguien como yo.

-Idiota -giré en la cama, de manera que no pudiera verme el rostro.

-Buenas noches, señor. Si me necesita, estaré aquí...

-Quiero que te quedes a mi lado hasta que amanezca -le agarré antes de que se marchara-. Me siento solo...

Sonrió. Como odio su sonrisa...

-Como desee, bocchan. Se le ve muy lindo mientras duerme. Estaré encantado...

Me sonrojé, sorprendido. Eso me gustó. Hizo que olvidara las pesadillas. Hizo que perdiera toda noción del tiempo. Aunque tuviera esa mirada arrogante, me... Atraía.

Tiernamente, me besó... Espera.

¡...SE ATREVIÓ A BESARME! ¡Aprovechó mi estado para hacerlo!

Nunca había experimentado algo así... Y menos con Sebastian.

Y no me importó. En absoluto. Cerré los ojos sin ganas de quejarme o decirle nada, sintiendo sus labios rozándose con los míos, con pasión.

Al momento, me di cuenta de que Sebastian ya no estaba ahí. Se ve que al final siempre estaré solo.

¿...Eso era también un sueño...?


El Gato Negro (CielXSebastian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora