ETERNAL SUNSHINE| Fred Weasley

01|

Me balanceaba de un lado a otro en mi asiento en la clase de pociones, tratando de mantenerme despierto mientras el profesor Snape continuaba su monólogo interminable sobre las propiedades de la mandrágora.

Me inclino a George que esta casi babeando en la mesa para susurrarle —; ¿Crees que Snape estaría más feliz si le diéramos una raíz de risa en lugar de una mandrágora?

— Probablemente nos enviaría directamente a la Sala de Castigo, pero sería un espectáculo digno de ver. — responde apretando sus labios para no soltar una carcajada. 

Intercambiamos una mirada traviesa, si sería un buen espectáculo sin duda. 

— ¿Algo que les resulte gracioso, señores Weasley? — escuchamos al profesor Snape preguntarnos, ambos nos enderezamos en nuestros lugares. Me apresuro a responder:

— No, profesor, solo estamos muy interesados en las mandrágoras.

Snape camino unos cuantos pasos acercándose a nuestra mesa, se cruzo de brazos al llegar frente a nosotros y con su tono aburrido pregunto;

— Interesados, ¿eh? Pues demuéstrenlo respondiendo esta pregunta: ¿Cuál es el proceso de preparación adecuado para extraer el jugo de mandrágora sin perder sus propiedades medicinales?

— Bueno, profesor, creo que... — dije conteniendo la risa. 

— ¡Oh, lo sé! ¡Usamos un mortero y una varita mágica para triturar la mandrágora hasta que suelte su jugo! — george me interrumpe y se cruza de brazos imitando a Snape, sonrío. 

— Exactamente, profesor. George y yo siempre prestamos mucha atención en clase.

— Muy bien, señores Weasley. Pero recuerden que la próxima vez que se les ocurra interrumpir mi clase con sus tonterías, no serán tan afortunados.

Ambos asentimos con seriedad, pero apenas Snape se dio la vuelta, volvimos a intercambiar una mirada cómplice y una sonrisa traviesa.

La clase continuó con la monotonía habitual, aunque no podíamos resistirnos a las bromas silenciosas, lo que resultó en algunas miradas reprobatorias del profesor Snape.

La clase continuó con la monotonía habitual, pero Fred y George no podían resistirse a sus bromas silenciosas, lo que resultó en algunas miradas reprobatorias del profesor Snape.

— ¡Basta! ¡Fuera de mi clase, los dos!

Suspiramos drámaticamente antes de recoger nuestras cosas y salir de la clase, apenas pudiendo contener las risas.

— Bueno, al menos no estuvo tan aburrido después de todo. — confese, no es la primera vez que Snape nos llega a sacar de sus clases por no andar prestando atención. 

— ¡Eso es lo que tú piensas! — George carcajeo palmeando mi hombro para caminar por el pasillo en busca de algún lugar donde sentarnos. 

Paseabamos por los terrenos del castillo, nuestras risas resonaban en las paredes de piedra mientras debatíamos sobre el próximo partido de Quidditch. Yo, como siempre soy el estratega, analizaba las debilidades del equipo rival, mientras que George, con un destello travieso en los ojos, ya estaba planeando bromas para distraer al buscador contrario.

— ¿Te imaginas la expresión en la cara de Montague cuando se dé cuenta de que está persiguiendo una Snitch que ha sido encantada para revolotear justo fuera de su alcance?—  George se rió, empujándome juguetonamente.

Sonreí aisntiendo —: Impagable. Pero no olvidemos mantener un ojo en Davies, ha estado mejorando su puntería últimamente.

Nuestra broma fue interrumpida por una chica de Hufflepuff que se acercaba a nosotros, con expresión determinada. La reconocí vagamente, era una chica de algunas clases que compartíamos.