No puedo creer lo que el imbécil frente a mí acaba de decirme.¿Lo vuelvo loco? Ja! Cuéntate otro chiste.
—Palabras, palabras, palabras y más palabras. No creas que te ganarás mi perdón solo con palabras, Sky. Lo tuyo es solo palabrerío. Todo el mundo puede decir que eres lo mejor y luego ir a tus espaldas burlándose de lo ridícula que eres —confieso alejándome para quedar a una distancia considerable de él.
—No me crees —susurra él con voz pensativa pero un tanto abatida.
—¿No te ha quedado claro con lo que te acabo de decir? No, no te creo. No te creo absolutamente nada. Tratas de engatuzarme con tus palabras pero créeme que no lo lograrás, así que vete de aquí y cuando decidas demostrar con acciones que si te importo, hablaremos —paso por su lado y esta vez él sí se termina de mover para permitirme el paso, no sin antes oír como suelta un suspiro.
Ruedo mis ojos con un tanto de irritación cuando salgo del baño y me encamino con zancadas hacia la cocina. Desde allí le hablo a Brigitte y Asher.
—Oigan, creo que me iré a dormir. Ha sido un día demasiado cansador y mi cuerpo ya no da más.
Refunfuño en voz baja cuando Brigitte levanta sus cejas luego de oírme decir que mi cuerpo ya no da más.
Que chica desubicadita que es mi amiga...
—Oh, pero... Y las pizzas...? —recuerda ella con un tanto de tristeza.
—Joder... De verdad lo siento Brigitte, pero no creo tener ánimos para nada... Necesito descansar... —mi rostro se contrae con tristeza al decir aquellas palabras.
Me encantaría comer esas pizzas con ella.
Pero claro, con ella, no con él...
—Está bien, no te preocupes amiga, es entendible. Has vivido unos días demasiado agotadores y debes recuperarte, te guardaré pizza para que puedas disfrutarla mañana o cuando te apetezca —esboza una sonrisa de oreja a oreja que me llena el alma de vida y vuelve a hablar—. Ve y descansa, te quiero.
Sonrío, asiento y me encierro en mi cuarto.
Me tumbo en la cama y suelto un largo suspiro. Me estiro y me quedo mirando al techo durante unos segundos, pensativa.
Las palabras recientes de Sky resuenan una y otra vez en mi cabeza y eso solo me hace pensar en todo lo que una persona puede decir sin sentirlo.
Porque eso es lo que hace él, dice cosas sin sentirlas. Suelta frases al aire sin siquiera pensarlas.
No sé cuánto tiempo paso mirando hacia arriba pero salgo de mis pensamientos cuando oigo golpes en la puerta de mi habitación.
Me levanto con rapidez y abro, encontrándome con el rostro de Asher.
—¿Qué haces aquí? —cuestiono con confusión.
—Necesito que hablemos —comenta y se adentra a mi cuarto como si yo le hubiera dado permiso alguno.
—No hay nada que hablar, Asher. Si querías que te perdonara, bien, ya lo he hecho. Querías lo mejor para mí y lo entiendo. Si bien no me oíste cuando te dije que no volvería. querías lo mejor para mí y no creías que accedería tan fácil. Estás perdonado. Ahora, vete, por favor. Quiero descansar.
Refriego mi rostro con un poco de frustración y lo miro a los ojos.
—¿Podrías dejarme sola? —pido al ver que no se va de mi habitación.
—Tenemos que hablar...
—No hay nada que hablar, ya te he dicho que te perdo-
—No quiero hablar de mí, quiero hablar de Sky —me interrumpe, dejándome completamente desconcertada.
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Alas de fuego
RomanceEscucho pasos detrás de mí y corro como nunca. -¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen. -Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme... -¡No! Yo per...