Capítulo 20

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—Toda está zona le pertenece a los miembros de la familia Krieger —dijo Alice, mientras caminábamos por las grandes hectáreas de campo divididas por muros en los que se resguardaban mansiones inmensas y una infinidad de lujos—. Cada uno es dueño de su propia sección. Se encuentran al norte, al sur, al este y oeste. La propiedad de Krieger se encuentra en la zona sur y apartada de su familia porque no solo lo rodea un muro, sino también un pequeño bosque y varios jardines de rosas rojas. Así que ingresar no es tan fácil, pero tienes suerte de que se haya ofrecido a darte hospedaje. Él nunca es tan hospitalario. 

—Cuando me dijeron que tenía permiso de vivir en esta propiedad, nunca imaginé que sería tan grande como una ciudad.

—Es lo interesante de la familia Krieger: son poderosos, arrogantes y de mal carácter, pero el dinero los hace encantadores. Es lo único bueno de ellos. ¡Ven, te mostraré el lugar en donde te vas a quedar antes de que inicie la temporada!

Cuando llegamos a la propiedad de Krieger, me quedé con la boca abierta. La mansión era demasiado lujosa, llena de habitaciones que parecían un laberinto, autos de lujo por todos lados y justo detrás de ella se encontraba un circuito privado.

—Esto es una locura —dije—. ¿Ahí es donde entrena? ¿Todo esto es solo para él?

Alice sonrió.

—¿Sorprendida? —Asentí—. A él le gustan los lujos y las facilidades. Aunque pasa más tiempo en el circuito que en casa. ¿Quieres saber cuál es tu habitación?

Tragué saliva y caminé detrás de ella con duda.

No estaba segura si merecía la oportunidad de tener un poco de esto, pero me esforcé en pensar que sí, porque era demasiado. Ni Andrew era tan millonario.

Alice me llevó por un largo pasillo, luego subimos unas interminables escaleras y al final terminamos en otro pasillo que nos llevó a una puerta de metal. Era todo tan abrumador.

—Esto parece un laberinto en el que podría perderme —mencionó Juliette con diversión—. Qué bueno que te conseguiste un novio millonario. Al menos rompiste el ciclo de mamá.

Le di un ligero golpe en el hombro.

—Él y yo no somos nada, solo está siendo hospitalario.

—Y todavía falta que te cobre la renta, hermanita. ¿Te pedirá un beso o un abrazo?

—¡Ya basta, Juliette! —dije entre risas.

Alice sonrió.

—La casa está dividida en tres partes y todas tienen diez habitaciones, diez baños, cinco gimnasios, dos albercas, tres cocinas, dos salas, dos comedores, una biblioteca, un cuarto de cine, tres armarios gigantes, dos cocheras subterráneas con suficiente espacio para guardar de cinco a diez autos. Tu área designada es la número tres y la de Krieger la número uno, así que puedes estar segura de que no te molestará.

EL GRAN CIRCO/ Finalizado✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora