00021 | cena

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martina
☆   ☆   ☆

Me levanto, de mal humor como da día de mi vida, y quedo mirando el techo por unos minutos hasta que junto fuerzas para ir a bañarme después de anoche que recuerdo poco y nada.

Al salir encuentro a mi mamá con su peor cara, peor que la mía.

–Que desastre —dice ordenando mi ropa—, y ya va venir tu papá.

–Que tiene que ver, no va a venir a mi habitación a cenar.

–Igual Martina, no podés ser tan desordenada.

Ignoro y comienzo a vestirme mientras miro como ella acomoda todo.

–Mira como armas eso, te mando a hacer un repulgue de empanada y no sabes ni de dónde empezar —señala el cigarro y yo río—. No es gracioso.

–Soy hábil con las manos, ¿Viste?

–No seas mal hablada y sé hábil con el orden en vez de armarte un porro... internada vas a terminar.

Se imaginan, mato a todos antes de que me encierren por una boludes así.

Ella me ordena la habitación, guarda la ropa, limpia y perfuma todo para luego irse no sin antes decirme que me prepare temprano.

¿Enzo? No me volvió a hablar, pero cabe aclarar que casi que no era yo cuando le dije todo eso, más que nada cuando le dije que se vaya con otra.

Bajo a saludar a mi papá, que ya está con toda mi familia, y veo a algunos otros que también están con los suyos. Pero el que me interesa no está.

–¿Tenés jueguitos? —Mateo mira mi teléfono.

–No.

Si tengo, pero este es más chusma que en cinco minutos todo el mundo de entera de todo lo que hay en mi celular.

–¿Así que estuvo buena la cena con los de España de anoche? —Enzo se sienta en el respaldo del sillón luego de saludar a mi familia.

–¿Celoso? —camino a su par.

–No es competencia para mí una criatura.

Lo miro riendo sabiendo a quien se refiere. ¿Por qué todo el mundo cree que nos gustamos o algo asi? Nosotros nos conocemos desde hace años, cuando él llegó a Barcelona, me conoció en un entrenamiento que fui a ver con mi papá, y desde ahí se pegó a mi como chicle. Y yo solo lo acepté porque mi papá me obligó a ser amable.

–No te agrandes que tenés tres años más que él.

–Anda con él y fijate si es lo mismo que yo.

–¿Que me fije qué?

–Ya te voy agarrar a vos.

Le sonrío y él se aleja de mi.

–¿Que te dijo? —Leandro me mira.

–¿Vos querés que yo le cuente al mundo como estuviste con Madison? Que es una pibita y te cansaste de hacerlo con ella.

–Boludita, cállate un poco... ¿Te estás moviendo a Enzo?

–¿Vos te acostas con Madison?

Solo me mira y no dice mas nada mientras se aleja y vuelve a sentarse con su mujer.

La tarde pasa en familia y yo queriendo irme a cualquier lado lejos de la gente... soy tan ermitaña. Al caer la noche, y luego de la merienda, mi mamá me manda a cambiarme para cenar con mi familia y varios del plantel.

Busco en mi placard que ponerme, algo decente como para una cena medianamente formal, y no encuentro prácticamente nada así, yo solo uso ropa oversize y la ropa para salir se la saco a Madison, no hay ningún punto medio así que agarro lo que me parece que va ir bien.

iconic ; enzo fernandezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora