Capítulo 16

871 84 37
                                    

Día de Navidad, 5:27 p.m.

Bobby no sabe qué pasa con los chicos, pero está totalmente seguro de que algo pasa.

Es la cena de Navidad y todo el mundo está actuando como un puñado de gatos asustados. Sam y Amelia siguen mirando a todos lados excepto el uno al otro, Cas y Dean están tan tensos que hacen que los propios dientes de Bobby duelan, y los dos hermanos están extrañamente desincronizados, saltando el uno en el otro disculpándose abundantemente y disculpándose por disculparse. ¡Vaya celebración! Gracias a Dios Jody parece estar equilibrada como siempre, aunque de vez en cuando mira a Bobby para confirmar que no se ha vuelto loca.

Bobby no sabe que está pasando. Pero claro, Jody no es la única detective en la habitación; este viejo zorro puede sumar dos y dos.

—Así que —dice Bobby finalmente, a mitad de camino de una ronda de incómodos murmullos apreciativos sobre el jamón—. Déjame ver si puedo desentrañar lo que está pasando aquí.

Cuatro personas en la mesa se quedan congeladas.

—Sam y Amelia —Bobby entrecierra los ojos y se rasca la barba—. Vosotros dos habéis estado peleando. No estoy seguro de acerca de qué, pero puedo suponer que seguramente es sobre algo estúpido y trivial como matrimonio o religión o niños. Es porque ambos habéis estado embobados el uno con el otro durante la mayor parte de dos años, y nunca he visto a dos cachorros enamorados como vosotros, podéis arreglar cualquier cosa —Bobby resopla—. La luna de miel ha acabado, chicos. Ahora viene la parte dura. Así que aguantaos y dejad de preocuparos, porque es Navidad y os puedo prometer que no lo vais a solucionar hoy.

Amelia se aclara la garganta y baja la mirada hacia su plato avergonzada, mientras Sam mira ferozmente a Dean.

Dean alza las manos. —¡Yo no he dicho nada!

—¡Y vosotros dos! —Bobby se da la vuelta en la silla y queda mirando a Dean y Cas—. No estoy seguro de que os tiene tan al borde, pero quizá tiene algo que ver con el piano que ayudé a entregar.

Ante la palabra piano, Dean y Cas se miran el uno al otro por un momento, y luego ambos apartan la vista nerviosamente.

Bobby entrecierra los ojos. —Espera. ¿Qué ha sido eso?

—Nada, Bobby, no es nada —Dean se frota la frente—. Estamos bien, ¿vale? Cas recibió malas noticias esta mañana.

Jody baja su cuchillo y su tenedor. —¿Qué noticias?

—No es importante —murmura Cas.

—Es su ex-mujer —dice Dean—. Daphne. Ella... ella está mal. Cáncer —baja la mirada hacia su plato, y su boca se retuerce alrededor de sus palabras, como si fueren poco familiares y extrañas—. Cas tiene que estar con ella. Va a ir a Michigan.

Un estupefacto silencio reina alrededor de la mesa.

Cas mira a Dean, y dice, —Tengo que ir. Se lo debo —sus ojos no se apartan de Dean.

Dean solo asiente hacia su comida. Y luego, su brazo derecho se mueve levemente de un modo que Bobby reconoce de otros cientos de momentos y el modo en que la boca de Cas se tensa y sus ojos brillan, y se da cuenta...

Dean está apretando la mano de Cas por debajo de la mesa.

Bobby el Detective acaba de resolver el misterio.

Bueno, mierda.

—¿Cuándo te vas? —pregunta Amelia con los ojos abiertos de par en par, inclinándose hacia delante.

Cas finalmente aparta su mirada de Dean, y entonces parpadea por un momento, y luego dirige su atención de vuelta a Amelia. —Esta noche a la 1 a.m. Es el único vuelo que he encontrado en los próximos cuatro días. Todo está lleno.

Exonerated (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora