En manos de un terrorista (historia Sasusaku)

El beso del no retorno

*Tenten*

El tik tak de ese asquerosa herramienta de quien ha registrado toda la desgracia me ponía los nervios de punta. No es particularmente que odie el tiempo, pero es que a estas alturas cada segundo transcurrido me acercaba más al punto de no retorno.

Aparentemente ese punto se había decidido cuando mi amante me propuso lárganos hacia el país del viento, pero en retrospectiva pudo ser cuando acepté, quizá cuando lo deje marcharse, o cuando le di ese indicio Sasuke de que lo íbamos a traicionar.

Si, en definitiva el tiempo no estaba a mi favor; me había hecho creer que era un aliado pues hasta hace no mucho todo salía conforme lo planeado, pero el momento en el que el mismo parecía hacerse más corto, lo comprendí. El tiempo avanzará sin esperar a nadie, y el maldito se burla de la desesperación que incrementa conforme las horas se acababan, de repente el tiktaqueo me pareció más bien un "ja, já".

Sin soportarlo más, terminé arrojando un cuchillo al centro exacto del reloj, que terminó por cesar el movimiento de las manecillas, sólo una ilusión de que tenía el control, la realidad era otra.

Mire una última vez el diminuto equipaje: dinero, identificaciones falsas, un pequeño juego de herramientas ninja y veneno listo para ser tragado si algo salía mal. Cuando entré a este mundo tenía menos y he llegado lejos, será más que suficiente. Miré la última hora señalada por mi reciente víctima, las 06:15 pm. Debía darme prisa o llegaría tarde.

Abría la ventana dispuesta a salir como colégiala rebelde, hija de padres estrictos, cuando escuché como alguien le quitaba el seguro a un arma de fuego. Prefería evitar el contacto visual, lo hacía más fácil, pero los segundos avanzaban y la quietud reinaba en el ambiente.

—¿No vas a decir nada?

—Esa es mi línea, ¿no crees? —respondió Sasuke en un tono tan neutro, tan calmado, que hizo recorrer una sensación hormigueante por mi medula espinal y que el resto de mis sentidos se alertaran— No quiero una disculpa, más bien, quiero entender por qué.

—¿Por qué te traicionamos?

—¿Por qué me mandaste ese mensaje?

—No entiendo —me negaba a dar vuelta, no sabía lo que vería pero no le iba a hacer frente esta vez—, en otra circunstancia ya me habrías matado, sé que no toleras la traición.

Escuche el sonido de huesos crujiendo, seguramente había tanta tensión en él como en mí... analizándolo un poco, yo podría ganarle, un par de movimientos rápidos, él aun no estaba totalmente curado, pero aún así...

—Respóndeme, "hermanita"...

El desdén que escupía esa forma de referirse a mí, envolvió mis huesos en veneno, lo que me imposibilitó darme cuenta cuando Sasuke había avanzado hasta mí y me había rodeado por el hombro, gire hacia la izquierda para comprobar lo que temía, pero contrario a lo que pensé no me apuntaba con su preciada magnum, en su lugar, sostenía una flor azul.

—Yo no quería...

—Sh sh —interrumpió de inmediato— sólo responde lo que te pedí.

—Remordimiento. De alguna manera creí que te debía una ventaja para lo que te va a pasar, los hombres de Danzou vendrán pronto, conocen las salidas secretas, te van a enterrar aquí. No fue inteligente avisarte que esto pasaría, pero tu me ayudaste tanto, que no me pareció justo enviarte a la guerra sin armas.

Aunque toda la razón me decía que no había porque temer, pues objetivamente hablando, tenía todas las ventajas sobre mi exjefe, no podía dejar de estar endemoniadamente atenta a lo que él fuese a hacer, la tensión era tal que la piel me dolía.