Errante [JS/JiYoon]

23

Yoongi sintió a Jimin bastante pensativo.

Y tenía que admitirlo, no fue la mejor manera de tocar el tema, no fue la mejor manera de expresarse.

El castaño se encontraba haciendo el inventario, aunque no tenían mucho realmente no sentía preocupación. Estaban cerca del destino y en casos extremos recurrirían a las bases por un poco de abastecimiento.

Así que... Se mantuvieron toda una mañana caminando hasta el pueblo cercano y descansar en una biblioteca. Le dolían los pies.

Las bibliotecas estaban llenas de estantes por todos lados, así que incluso teniendo enormes ventanas, existían buenos sitios donde esconderse.

Lo único que se oía era el canto de los grillos fuera.

-Me encontré con algunos libros de jardinería aquí-Finalmente de atrevió a decir en voz alta, dirigiendo una insistente mirada sobre Jimin.

-Eso es bueno...

Él seguía anotando en ese viejo cuaderno de notas, su voz apenas le sonó como un balbuceo y Yoongi sospechó que probablemente ni siquiera estuvo prestandole atención.

Después de otro silencio, frunció los labios comenzando a gatear hasta él-¿Me estás ignorando?

-Espera.

Jimin levantó la mirada y detuvo cualquier acción, incluso callandolo a él.

-Jimin-

-¡Shhh!

Yoongi abrió la boca y quedó a gatas a medio camino, finalmente sentándose sobre sus propios talones, sintiendo una punzada de molestia por ser interrumpido en sus intentos de comunicarse de una buena vez-Esto es en serio, por favor deten...

De pronto Jimin se le abalanzó encima, provocando que caiga de espaldas con una mano apretandole los labios. Sus piernas quedaron flexionadas en el aire mientras tenía al chico encima.

-Cállate-Escuchó su susurro justo en el oído, Yoongi tenía ya la sangre hirviendo por el dolor en la espalda baja y se dedicó a mirarlo mal por esa brusquedad-Los grillos se detuvieron.

Estando tan pegados, fue capaz de sentir a detalle los latidos ajenos aumentando el ritmo conforme los segundos. Yoongi se mantuvo quieto con la vista pegada a la suya y todavia con los labios cubiertos, ambos expectantes de lo que podría pasar a continuación.

El silencio, irónicamente era inquietante. No solía traer buenas noticias consigo.

Incluso Holly, quien había estado durmiendo en otro pasillo, dejó de hacer ruido.

Sin embargo, lentamente el canto de los grillos se retomó, demostrando que no había nada cerca.

Jimin despego la palma de su boca, con cada mano al lado de la cabeza ajena, suspirando con demasiado alivio-Fue una falsa alarma.