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Situacion; Se filtran unos archivos en los cuales mencionan que Kaiser te "engañaba",
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"Vamos, cariño... ¿es eso realmente lo que te preocupa? Te lo aseguro... estos patéticos escándalos no son ciertos de todos modos". Con un agarre firme en tu cadera, te guió sobre su polla con tanta elegancia y facilidad, queriendo follar todas las emociones preocupantes que persisten debajo de esa bonita cara tuya. "Háblame, cariño. ¿En serio crees en todos esos rumores que circulan sobre mí? ¿Sobre nosotros?" su voz era adictiva... tu cabeza estaba completamente vacía... llena de nada más que su maldita voz. aun así, estos estúpidos rumores y escándalos. Por muy tranquilizador que sea, no puedes evitar pensar que tal vez haya algo de verdad detrás de esos rumores.
El sudor brillaba en su cuerpo en forma y en el tuyo, mezclando las embriagadoras fragancias en el aire. Apretando tus pechos en sus manos con una lamida de sus labios, sus dedos rozaron tu columna vertebral, gruñendo ante sus propios empujes agudos y desesperados. Lo montaste con la misma cantidad de desesperación y excitación que él tenía. tu pasión lo llenó de satisfacción y esperanza... esperanza de que creyeras que eras la única, completamente dependiente y devoto de ti. Los dedos del rubio se clavaron en tu suave carne mientras cada movimiento los acercaba a la armonía, cada gemido resonaba contra las paredes de su habitación compartida. "Eso es..." te susurró roncamente al oído, con la respiración entrecortada por el esfuerzo. "Montame fuerte, hermosa."
Tu cara se contrajo de placer mientras te golpeabas contra su polla, sintiendo la punta besar tus puntos dulces mientras luchas por hablar, ¡la mera sensación de su polla fue suficiente para enviarte al cielo mismo! En ese momento, tu boca se abrió para hablar. "E-no es imposible", murmuraste, "y si me estás mintiendo..." "oh cariño... ¿de verdad crees que no estoy diciendo la verdad?" El rostro de Kaiser se puso serio, moviendo sus caderas hacia arriba contra tu coño. Disfrutó la sensación de tu cálido cuerpo contra el suyo, queriendo sacarte esos preciosos pensamientos. Él estaba diciendo la verdad, esos estúpidos artículos... sólo intentaban arruinar su imagen. sus grandes manos agarraron tus caderas con más fuerza, sus uñas prácticamente se clavaron en tu piel con una sensación de desesperación... queriendo demostrarte su valía.
"Cariño... en serio. Estoy diciendo la verdad. Estoy diciendo la verdad cuando digo que este coño es mío y sólo mío. Y definitivamente estoy diciendo la verdad cuando digo que esta polla es tuya para que te jodas,... tonta."
"... tú, mi amor... no tienes nada de qué preocuparte. Mi polla te pertenece".
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