Krieger es el piloto más dominante de Fórmula 1.
Es conocido por ser despiadado y letal al conducir; razón por la que ha sido 5 veces campeón del mundo.
Pero su reinado se verá amenazado con la llegada de un misterioso piloto que al parecer, es el ú...
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Cuando Krieger me llevó a mi hotel, nos despedimos muy rápido porque ambos estábamos muy avergonzados por lo que había ocurrido en el bosque, que no sabíamos cómo abordar el tema y tampoco lo creímos necesario. Incluso para mí fue una gran sorpresa, pues yo nunca fui de las personas que tomaban la iniciativa, pero lo que hice hoy cruzó todos los límites y ahora estaba completamente arrepentida.
—No me arrepiento de nada —dijo, cuando me abrió la puerta del auto—. Lo volvería a hacer si me das la oportunidad. Una y otra vez.
Tragué saliva.
—Que tengas una linda noche.
Bajé del auto y escaneé mi tarjeta en el ascensor, el cuál me dejó en mi piso. Mientras caminaba por el solitario pasillo lleno de habitaciones vacías, sentí un escalofrío al pensar que este lugar era demasiado tétrico como para pensar en algo positivo. Las paredes eran bastante viejas y el tapizado demasiado anticuado, lo que le daba un aspecto opaco.
Saqué mi llave y después de abrir, entré sigilosamente a mi habitación. Juliette probablemente ya estaba durmiendo, así que solo encendí la luz del pasillo que estaba en la entrada para no despertarla, pero al llegar a las camas, solté un grito aterrador cuando vi lo que había en mis paredes mientras mi hermana dormía plácidamente en la cama.
Caminé lentamente hasta el otro interruptor y lo encendí. Fue en ese momento cuando pude ver con claridad el mensaje aterrador que alguien había puesto en las paredes con pintura roja que chorreaba como si fuera sangre.
"EL LEGADO SE DYLAN NO VIVIRÁ"
La misma frase que vi cuando encontré a Harris.
Además de eso, en las paredes había fotografías mías con cuchillos incrustados en mi rostro y manchas de manos hechas con pintura roja por todos lados. La fotografía se repetía una y otra vez solo para cubrir el blanco de las paredes. Observé minuciosamente las frases que había en algunas de ellas que destacaban más que otras: "muérete" y "el tiempo se acaba" pero hubo una en particular que se repitió demasiadas veces y el simple hecho de leerla me causó escalofríos: "¿HAS OLVIDADO LO QUE DEBES HACER?
Después de leerlo, me acerqué a mi hermana e intenté despertarla, pero no respondía. Revisé su cuerpo, pero no tenía ninguna herida. ¿Había sido envenenada? ¿golpeada? ¿abusada? Tenía demasiado miedo, porque no respondía a mis llamados, así que la cargué y la llevé a la recepción para que llamaran a urgencias.
Mientras esperaba la ayuda, intenté despertarla por todos los medios posibles que lamentablemente no funcionaron.
Después de que llegó la ambulancia y se la llevaron al hospital, no dejé de pensar en el mensaje que me habían enviado durante todo el camino.