phoenix

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CAPITULO 17

Después de ese momento de oscuridad y confusión, recobré la conciencia en un lugar extraño y perturbador. Al abrir los ojos, me di cuenta de que estaba rodeado de personas que reconocí como miembros del Proyecto World. La sala en la que me encontraba era fría y estéril, con equipos médicos y monitores que indicaban que estaba en un lugar de alto nivel de seguridad.

Mi corazón comenzó a latir con más fuerza mientras observaba a mi alrededor, tratando de entender cómo había terminado en manos de quienes me habían perseguido y amenazado. Las miradas de los presentes eran mezclas de curiosidad, desconfianza y satisfacción, como si estuvieran satisfechos de haberme capturado.

Intenté levantarme, pero me di cuenta de que estaba atado a la cama, limitando mi movimiento y aumentando mi sensación de vulnerabilidad. Las conversaciones entre los miembros del Proyecto World eran incomprensibles al principio, pero poco a poco pude escuchar fragmentos de sus planes y discusiones sobre mi papel en su organización.

Mi mente trabajaba a toda velocidad, tratando de encontrar una salida o una forma de comunicarme con el exterior. Sin embargo, cada intento de moverme o hablar fue rápidamente reprimido por la presencia vigilante de los miembros del Proyecto World que estaban a mi alrededor.

A medida que pasaban las horas, me di cuenta de que estaba en una situación peligrosa y complicada. Sabía que necesitaba idear un plan para escapar o buscar ayuda externa antes de que fuera demasiado tarde. Cada minuto que pasaba aumentaba mi sensación de urgencia y la necesidad de encontrar una solución.

Con determinación y cautela, comencé a observar a mis captores y a buscar debilidades en su seguridad. Aunque estaba rodeado de personas peligrosas y con recursos, sabía que la esperanza aún no estaba perdida y que debía mantenerme alerta y listo para actuar en el momento adecuado.

Las conversaciones que se filtraban entre los presentes eran fragmentadas pero reveladoras. Hablaban de operaciones clandestinas, de lugares ocultos y de nombres clave que resonaban en el aire cargado de tensión. Me di cuenta de que estaba en el epicentro de una vasta red de intrigas y peligros.

Una de las cosas que más me inquietaba era la sala de interrogatorios, visible a través de una puerta entreabierta. El ambiente que se percibía desde allí era tenso y amenazante, recordándome constantemente la crueldad de la organización a la que me enfrentaba.

Decidí actuar con cautela y paciencia, esperando el momento propicio para escapar. Mantuve una fachada de confusión y desorientación, tratando de pasar desapercibido mientras buscaba debilidades en el sistema de seguridad y oportunidades para la fuga.

Las horas pasaban lentamente, cada una cargada de incertidumbre y peligro. Cada movimiento era calculado y preciso, cada palabra medida para evitar levantar sospechas. Establecí contactos visuales discretos con otros prisioneros, compartiendo miradas que expresaban nuestra complicidad y nuestro deseo compartido de libertad.

Finalmente, llegó el momento que tanto había esperado. Aprovechando una distracción momentánea de los guardias, me deslicé hacia una salida que había identificado durante mis observaciones. Cada paso era un pulso acelerado de adrenalina y determinación, sabiendo que el menor error podía significar mi captura y fracaso.

Al cruzar el umbral hacia la libertad, una mezcla de alivio y emoción inundó mi ser. Había escapado del control de la organización, pero sabía que mi lucha estaba lejos de terminar. Esta fuga marcaba el comienzo de una nueva etapa en mi búsqueda de la verdad y la justicia, una batalla que enfrentaría con valentía y determinación en los desafíos venideros.

Adán: ¿Hijo De Dios, O Del Demonio? © Primer Libro [Terminado]Where stories live. Discover now