ଘ 𝗖𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗖𝗂𝗇𝖼𝗈

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El día más odiado llegó

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El día más odiado llegó.

Sunghoon no paraba de soltar gruñidos a las enfermeras mientras sostenía a Haewon contra su pecho. Hoy era el día de las primeras vacunas del cachorrito y Park tenía su instinto de protección al 100%, desde que se despertó en la mañana no había soltado a su hijo en ningún momento, ni siquiera dejaba que Heeseung lo tenga en brazos.

Al llegar al hospital con el pediatra, no paró de mostrar sus colmillos y gruñirle al equipo médico. Las enfermeras y Felix, el pediatra, no sabían que hacer para calmar al omega, si se acercaban el pelinegro gruñía. Y el alfa tampoco sabía que hacer, su novio no dejaba que toque a su hijo y solo podía estar cerca a cierta distancia.

Heeseung se sentía nervioso y avergonzado por el comportamiento de Sunghoon, también algo tonto por no saber calmarlo.

-"Sung..."-

-"¡No!"- gritó -"¡Mi bebé! ¡Mío! ¡Aléjense!"-

Heeseung apretó los labios. Sunghoon nunca usaba su voz de omega a no ser que este en celo o muy enojado, cosa que normalmente no pasa, pero ahora estaba demasiado enojado.

La voz de omega muy pocos la tenían, solo uno entre cien la poseían y Sunghoon es ese uno. La voz de omega se dividía en dos: una parte es en los celos, esta sirve para seducir a los alfas y así lograr tener relaciones sexuales, era una voz melosa, como un ronroneo y podía sonar algo jadeante. La otra parte solo se activaba si el omega estaba furioso o sintiéndose amenazado, se usaba para tratar de asustar o ahuyentar a la supuesta amenaza, esta se escuchaba como un gruñido, ronca y fuerte.

Lamentablemente pocos omegas en el mundo poseen esta voz. Los que la poseen eran catalogados como omegas especiales.

El alfa se acercó ignorando los gruñidos de Sunghoon y lo tomó por los bíceps delicadamente. Su gesto se suavizó al tener al alfa cerca.

-"Amor, es para que la bebé esté bien, ¿si?"- habló de la forma más calmada que pudo.

-"¡No! Le harán daño"- su gesto cambió, sus ojos brillaron y su labio inferior tembló -"Le dolerá, va a llorar, Hyung..."-

-"Lo sé, cosita, pero es para que crezca sano"- dice acariciando su mejilla. Sunghoon apretó los labios, indeciso.

-"Puede sentarse con Haewon en su regazo"- habla Felix.

Luego de darle una rápida mirada a su alfa, se sentó en la camilla con su hijo en su regazo, frente a él se colocó el pediatra con una cálida sonrisa y una jeringa en la mano. Una de las enfermeras se acercó y limpió una parte del muslo de Haewon donde iría el pinchazo.

Sunghoon mordió el labio inferior con miedo y preocupación.

El pediatra hacía gestos o cantaba para tratar de distraer a Haewon a medida que acercaba la jeringa a su pequeño muslo. La niña movía sus manitos a la vez que soltaba tiernos soniditos, todo se transformó en un fuerte llanto por el dolor que sintió en su pequeña extremidad.

⭒Cuidando a Lee Haewon   |   ૮ 𝖧𝖾𝖾𝗁𝗈𝗈𝗇 აWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu