Al día siguiente desperté con una resaca horrible mientras intentaba cubrir mi cara del sol que lograba entrar por las cortinas de aquella habitación, en mi casa no tomaba tanto ya que mi familia no lo permitía, el sonido de alguien tocando la puerta hizo que retumbara mi cabeza
-Señorita la esperan en el comedor- Dijo alguien de servicio
Intenté lavarme la cara, los dientes y verme un poco más presentable, bajé aún con mi pijama y un lentes negros para evitar los rayos del sol que iluminaban aquella casa
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Cuando llegué al comedor ahi estaba Natanael viendo su celular mientras desayunaba, el vio como llegaba hacia aquella mesa y solo me lanzó una mirada molesta y se limitó a seguir comiendo, me senté y vi unas pastillas para el dolor y un jugo, los tome y después de un tiempo me llevaron la comida
-Necesito salir de aquí Natanael, estoy segura de que tú tampoco me quieres aquí -Solté los cubiertos y me armé de valor
-Eso es algo que a ti no te incumbe Tn y sabes que no te irás de aquí, intenté hacer las cosas por las buenas contigo pero al parecer no se puede -Bufo y rodeo los ojos
-No entiendes que no vas a lograr nada teniendo una persona aqui encerrada, vi como se te acercaban todas esas mujeres ayer y tú les hacías caso, no se para que estoy aquí de verdad - otra vez parecía celosa pero no era eso, solo era parte de mi enojo
-Deja de decir tonterías, me arruinas el puto día tn! - Se levantó de la mesa y se fue dejándome sola
El día siguió aburrido, estuve un tiempo en la alberca y en el gimnasio intentando que pasara rápido ya que no tenía celular ni nadie con quien hablar, a la hora de la cena no estaba Natanael así que subieron mi comida a mi cuarto y cené mientras veía película y tomaba algo de vino. De repente alguien tocó mi puerta e intento abrirla
-Tn, abre la puerta rápido- Era Natanael, se escuchaba ebrio y con voz molesta a lo cual obviamente no iba a hacer caso
Lo ignoré e intenté hacer silencio hasta que se dejó de escuchar aquel ruido, estaba apunto de reanudar mi película hasta que escuche el sonido de una llave y entró el
-Que te pasa wey! desde cuando tienes llave de mi habitación ahora resulta que no puedo estar segura nisiquiera aquí adentro- Le grité y le aventé un cojín y el lo esquivo
-Escúchame esta vez quiero hablar bien contigo no mames- Hablo con una voz un poco más relajada e intento acercarse a lo cual me dejó pensando
-¿Me puedo sentar?- Dijo señalando una orilla de la gran cama a lo cual solo asentí insegura
-Escucha tn yo se que piensas que soy un culero por haberte traído aqui a la fuerza pero créeme que las cosas no son como tú piensas, hace tiempo tú y yo ya nos conocíamos -Dijo el con una voz calmada
-Eso no puede ser cierto, yo jamás te había visto antes y aunque así lo fuera eso no te da ningún motivo para haber hecho todo esto -Le dije aún molesta
-Éramos unos niños, mi familia se llevaba bien con la tuya desde hace mucho una vez fuimos a tu casa y ahí estabas tú, me invitaste a ver tus caballos y la neta eras la niña más bonita que había visto en mi vida, desde ahí me enamoré de ti -Dijo con una sonrisa tonta mientras me miraba y yo me acerqué un poco intrigada por su historia
-Tengo muy pocos recuerdos de mi infancia y la mayoría intenté borrarlos por los malos momentos que pasamos en la familia -Solté con sinceridad -Siempre tuvimos que estar escondidos o con seguridad para protegernos, eso me limitó mucho y no pude vivir, siempre le reproché eso a mis papás y peleábamos mucho
-Entiendo, estaba consiente de que a ti no te gustaba el negocio de tu familia pero volviendo al tema pues yo sé que nunca nos volvimos a ver hasta que un día en una reunión tu papá comenzó a hablar de ti y me acordé de aquella niña guerita que fue mi primer amor, tu papá contaba que te habías graduado y que estaba buscando quién era el mejor postor para que fuera tu esposo, lamento decirte esto así pero la neta te estaba ofreciendo a ver quién te quería -Puso su mano sobre la mía y pequeñas lágrimas comenzaron a rodar sobre mi rostro mientras escucha aquellas cosas de mi padre
-Después cuando se fue tu papá un chingo de vatos empezaron a hablar de lo que querían hacer contigo, unos en forma de venganza hacia tu papá, otros hablaban vulgaridades y cosas bien culeras tn, me llene de rabia al escuchar todo eso porque alch yo siempre te recordaba como aquella niñita inocente así que no lo pensé mucho y alcance a tu papá para decirle que yo sería quien se iba a quedar contigo, lo demás ya te lo sabes así que aunque esté bien culero que haya pagado por estar contigo al chile no lo hice con mala intención porque yo tampoco estaba listo para casarme, yo quiero vivir mi vida y disfrutar ahorita que ando en mi pedo -volteo a verme a los ojos esperando una respuesta
No pude decir nada más que llorar en silencio, me recosté hecha bolita en mi cama, Natanael se puso alado de mí y empezó a intentar calmarme acariciando mi espalda y mi cabello, algo de eso hizo que me sintiera protegida, casi me estaba quedando dormida así que el dejo un beso en mi frente, se levantó y se fue de ahí
