Girando en el aire {t.o.}

Start from the beginning
                                    

Y antes de poder darme cuenta la mano de mi madre se había estampado a tanta velocidad en mi cara que me hizo perder el equilibrio y caer al suelo. Mis hermanos quisieron ir en mi ayuda pero padre los agarró por los hombros y lo impidió. Yo no sabía que hacer, nunca antes me habían pegado.

_Esta noche se han arriesgado la vida de tu padre y de otros hombres por tus deseo egoísta. Espero que comprendas que de haber perdido a alguien la culpa sería solo tuya. (Madre terminó de hablar, me levantó del suelo y se marchó hasta su habitación. Padre nos empujó a los tres hasta nuestra alcoba y antes de salir me acercó a él agarrándome por el brazo) _No saldrás de esta casa hasta que pasen 5 lunas. Y no volveré a dejarte cazar, nunca.

Cuando me di la vuelta para ver a mis hermanos ellos instantáneamente se me tiraron encima, quedando los 3 en el suelo. Tryggvi insistía en decirle la verdad a nuestros padres mientras secaba mis lágrimas. Sigtryggr se negaba en rotundo, peinándome. El conocía mejor que ninguno a los mayores y sabía que si descubrían la verdad la cosa acabaría muy mal para los tres. Allí acurrucados me prometieron que jamás volverían a mentirme, que me protegerían y que nos cuidaríamos entre los 3. Y sellamos el pacto con nuestras manos.

Al crecer y pasar a ser una joven mujer creía firmemente que mi vida seguiría igual hasta el día de mi muerte

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Al crecer y pasar a ser una joven mujer creía firmemente que mi vida seguiría igual hasta el día de mi muerte. A estas alturas solo mis hermanos seguían apoyándome. Lo cierto era que a madre la había decepcionado al no querer tener hijos. Para padre solo era una vergüenza desde que le juré cortar mi propio cuello antes que ser la esclava de hombre alguno. Jamás contraería nupcias. Permanecería libre para siempre. Incluso en el poblado solo recibía malas miradas y peores palabras por mi actitud. Se me consideraba tosca y desagradable por el mero hecho de discutir con los hombres y defender a las mujeres.

Me había acostumbrado a todo aquello y si lo pensaba detenidamente no era tan malo. Siempre que podía acompañaba a mis hermanos al bosque a verles practicar sus combates de cuerpo y espada. Lo hacía por 2 poderosas razones. La primera era intentar aprender todos los movimientos que hacían para repetirlos al anochecer en la oscuridad y soledad de mi alcoba. (Lo poco bueno que había obtenido al dejar de ser una niña y tener dos hermanos varones era un pequeño espacio propio.) Lo segundo era poder recolectar ciertas plantas, flores y raices que Ragna, una sabia anciana del poblado me enseñaba por ayudarla en sus quehaceres.

Y hoy es uno de esos días. Aunque nadie debe saberlo y por lo tanto debo deshacerme de la constante vigilancia que ese par de idiotas tienen sobre mi, lo cual no resulta difícil. Basta con alabar sus proezas y habilidades. Un par de elogios a uno, después mostrarme impresionada por el otro...y la pelea estará servida. Ese par centrarán toda su atención en ensalzarse a si mismos y yo quedaré relegada al olvido. Un pequeño truco que funciona todas y cada una de las veces.

_Tu dominio de la espada es prodigioso Sigtryggr, eres casi tan bueno como padre. ¿Verdad que tú piensas lo mismo, Tryggvi? (Acababan de terminar el combate de espadas y ambos respiraban con dificultad. Nada más pronunciar esas palabras sus ojos se dirigen a mi. El primero con una sonrisa arrogante y el segundo tensando todo su cuerpo y lanzándome una mirada asesina)

One-Shots RandomWhere stories live. Discover now