Capítulo 3: Una grata confusión

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Ya regreso mamá, decía una castaña, mientras tomaba un bolso que estaba en una silla.

¡Que te vaya bien hija! respondió su madre, que estaba en la cocina.

¡Gracias mamá! expreso la castaña, mientras continuó su camino, al tiempo que pensaba: Una nueva Navidad se acerca, una nueva Navidad sin volver a verte, bueno, fue mi decisión, yo sola hice que te alejarás de mí.

La castaña salió de su casa, camino hacia el paradero y abordo un taxi, el cual la llevo hasta la estaciones de trenes de su pueblo, una vez allí abordo el tren que la lleve a Tokio. Tras varias horas de viaje, la castaña llego a la estaciones de trenes de Tokio, bajo del tren, abordo un taxi y tras varios minutos de camino este se detuvo frente a un gigantesco edificio. La castaña quedo anonadada mirando el mismo.

¿Señorita no bajará?, escucho.

¡Eh! Si, si, contesto la joven.

En tanto:

Un mujer de lentes se tomaba la cabeza, mientras pensaba: ¿Y ahora qué haré?, el representante del joven Ozora sonaba molesto y es lógico la señorita Hayashi fue la elegida para apoyar al idols más popular de nuestro país hoy, y ella que no llega.

¿Aún nada?, escucho la mujer de lentes, sintiendo una ola de frio recorrer su cuerpo.

Ya está en camino, respondió la mujer tratando de sonar calmada.

¡Qué bueno! al joven Ozora no le gusta las personas incumplidas, de por hecho que esta será la última vez que él contratará el servicio de la señorita Hayashi, expreso un joven de cabello rojizo, mientras pensaba: Por suerte él fue quién busco a su acompañante esta vez, sino estaría en un serio problema con él. Ni pensar que dijo que tenía las mejores referencias de esta chica.

No le diga al joven Ozora que la señorita Hayashi aún no llega, ¡por favor! ella ya está cerca, pronunció la mujer de lentes.

Lo lamento pero mi labor de asistente es informarle lo que está pasando, agrego el hombre.

Solo quince minutos, ¡por favor! si en ese tiempo la señorita Hayashi no llega, la compañía le devolverá el doble que pago por el apoyo de ella, y le enviara a otra joven sin que tengan que pagar ni un solo yen, dijo la mujer de lentes.

¿Quince minutos?, expreso el hombre de cabello rojizo.

Sí, solo quince minutos, respondió la mujer de lentes, mientras pensaba: Señorita Aiko, vea mis mensajes y respóndame las llamadas.

Bien, pero ni un minuto más, que el programa pronto saldrá al aire, y el joven Ozora no puede presentarse solo en el mismo, dijo el hombre, mientras pensaba.

¡Gracias! contesto la mujer de lentes.

Minutos después:

Por los pasillos de un set televisivo caminaba una joven castaña, mirando una pequeña tarjeta que sostenía en una de sus manos, mientras su mirada se tornaba cada vez más y más preocupada.

Creo que me equivoque de dirección, pensó la joven, mientras detenía su andar debido a que una de las puertas del pasillo se abrió.

Ya estás aquí, te estábamos esperando linda, dijo la mujer de lentes, haciendo una pausa para agregar en voz baja: Solo sígueme el juego ¡Por favor!

¿Qué?

Ella es Aiko Hayashi, la modelo que estábamos esperando...

Pues, ¡qué esperas linda!, entra, tienes que cambiarte y arreglarte rápido, pronunció el de cabello rojizo, mientras pensaba: Es muy bonita, pero para ser modelo se la ve un tanto tímida, bueno a lo mejor está apenada por llegar tarde, si ello debe ser.

¿INALCANZABLE?Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt