Secret's Safe With Me • [ls ; traducción]

Capítulo 6

—¡Contesta al puto teléfono antes de que lo tire por la ventana! —, grita Zayn desde el salón. Louis saca la cabeza del burrito tipo manta que ha creado para sí mismo y mira fijamente la puerta cerrada.

Escucha nuevamente sonar su teléfono en la otra habitación y suspira. Zayn probablemente no esté bromeando con esa amenaza considerando que ha escuchado su teléfono sonar unas treinta veces hoy, por lo que decide que probablemente es hora de dejar de enfadarse, moverse y contestar al teléfono o apagarlo. Si es Harry quien llama una vez más, sospecha que optará por lo último.

Se levanta de la cama con una falta de gracia que Louis rara vez ejemplifica, accidentalmente tira un cartón de helado vacío de su mesa de noche y pisa una botella abierta de lubricante en el proceso. Probablemente haya hecho un desastre asqueroso en su piso, pero no le importa un carajo.

El movimiento de Louis despierta a Cleo de donde ha estado acurrucada a los pies de su cama todo el día, por lo que le da una suave caricia detrás de las orejas para tratar de apaciguarla. A pesar de sus mejores esfuerzos, ella le clava las garras en el brazo de todos modos. Louis le frunce el ceño.

—Me acaban de romper el corazón, así que estaría bien que tuvieras un poco de empatía—, le dice, pero ella simplemente cierra los ojos y vuelve a dormir.

Louis suspira, se pone una de sus mantas sobre los hombros como una capa y sale de su habitación por primera vez en todo el día.

—Gracias a la mierda—, dice Zayn desde donde está sentado con las piernas cruzadas en el sofá, frotándose las sienes.

Zayn sólo ha estado en casa durante una hora, por lo que Louis no entiende por qué está tan enfadado. Por otra parte, supone que escuchar su teléfono sonar una y otra vez desde donde está sobre la mesa de café probablemente le irrita los nervios y los oídos después de un tiempo.

Louis se acerca a él y lo levanta, mirando hacia la pantalla sabiendo lo que probablemente verá. Harry ha estado llamando casi sin parar durante los últimos dos días, interviniendo ocasionalmente también con mensajes y correos electrónicos, y Louis ha ignorado todos y cada uno y planea continuar haciéndolo hasta que se le acaben los días.

Excepto que no es el nombre de Harry el que aparece en la pantalla de su teléfono. Es de Steve.

Louis levanta el teléfono frenéticamente, repentinamente aterrorizado de que de alguna manera Target haya incumplido el trato o que algún otro desastre haya arruinado meses de su arduo trabajo y el de Steve.

—Hola—, dice sin aliento. Su voz está un poco ronca por falta de uso, pero no es tan mala como probablemente debería ser considerando que Louis ha hecho poco más que gruñir en reconocimiento a Zayn durante los últimos días—. Steve, ¿qué pasa? ¿Ha pasado algo con el trato?

Louis aprieta el puño, las uñas se clavan en su propia palma, esperando con todo en él que esa no sea la noticia que Steve llama para transmitir. Incluso Zayn, que parecía querer ejecutar a Louis apenas un minuto antes, mira a Louis con preocupación ante la posibilidad de que algo malo haya sucedido con el trato.

Steve se ríe.

—No, Lou, nada de eso, no te preocupes—, dice, y Louis da un suspiro de alivio.

—Oh, Dios—, dice Louis, presionando una mano contra su corazón que late rápidamente—. Me has asustado.

Steve se ríe de nuevo mientras una sensación de calma se instala en el cuerpo de Louis una vez más.

—Entonces, si no me llamas para decirme que mi carrera ha terminado, ¿por qué me llamas? —, pregunta Louis, sonriendo. El movimiento se siente extraño en su rostro.