Había un alumno entre todos los demás que resultaba particular por no aportar nada y saberlo todo. El silencio en la sala era todo suyo mientras la clase avanzaba como debería ser, con un flujo constante de conversación profesor - alumno que a Haechan le parecía irrelevante hasta cierto punto.
Por su parte, Haechan no deseaba nada más que el fin del día llegara para poder regresar a casa, y aunque tampoco era un gran fan de participar, siempre se aseguraba de que el profesor reconociera su existencia y que no era un alumno burdo o ignorante. Ese día en especial, se mantuvo callado tras recibir sus notas, el sol estaba acobijado entre montones de nubes oscuras y la ansiedad quería tomarle la mano ante la ausencia de sombras.
No existía ninguna situación que llamara su atención con la suficiente gravedad para retenerlo en la escuela como lo hacía con Renjun desde que se unió al coro, y mucho menos con Jeno y su naciente descubrimiento alrededor del amor, Haechan quería escapar por primera vez en su vida, lo que se sintió como una contradicción abismal como nunca antes, cuando Haechan regresaba a casa, no había nada qué hacer, pero tampoco que lo obligara a quedarse (no desde que Ten regresó a Seúl) y, luego, estaba él, un aficionado a los rezos.
Ese alumno no era Haechan.
La presencia de Mark Lee era algo impredecible, él se complacía de asistir a un instituto como ese y prefería no tener amigos o interactuar con sus compañeros a menos de que fuera necesario. Lo que aturdió a Haechan en medio del pánico que representaba la autoridad arbitraria de las monjas cuando se llevaban a alumnos como Jaemin y sus excusas se resumían en que ellas podían tener excusas.
Los alumnos, en cambio, no tenían excusa alguna. Así que para cuando Haechan se encontró en el terrible apuro de estar al borde de reprobar Filosofía, Mark Lee estaba ahí como una salida secreta.
Después de Na Jaemin, Mark solía ser el mejor estudiante de su clase. Pero incluso si Na era el novio misterioso de su primo, Haechan no se sentía con la suficiente confianza para admitir, en medio de su rivalidad académica, que no era tan inteligente como pretendía serlo, por lo tanto, la única opción fue el total desconocido que tomaba asiento en la última banca de la primera fila y no apartaba la mirada más allá del cuadrado límite de sus gafas.
A lo lejos, Mark era escuálido, no muy alto y un nerd en toda la extensión de la palabra. Sus gafas tenían tanto aumento como para interpretar que sentarse al final no era un gusto personal, a Mark nunca le gustó llamar la atención y, a decir verdad, de no ser por su nombre resaltando entre los mejores estudiantes, nadie nunca lo habría notado. Mark no quería ser notado, Haechan asumió desde que sus particiones en clase eran tan transparentes como su personalidad.
Un alumno fiel a dios en medio de los abandonados por la sociedad, los desterrados y los pecadores, nadie quería estar ahí más que Mark Lee. Dentro de esa escuela, él era el más santo, no se atrevería a manchar su pulcritud intercambiando palabras con los demás, su acto de humildad se limitaba a compartir aire con los desdichados y repugnantes comunes. Prácticamente, era lo mismo que un monje atado a su voto de silencio.
Haechan negó con la cabeza al notarse demasiado ensimismado en la idea de que pedirle ayuda era posible, no porque Mark fuese un religioso ortodoxo o tuviese una actitud desagradable, eso no lo sabía y tampoco le interesaba más que académicamente, pero si nunca lo había visto ser grosero, tampoco podía decir que lo había observado siendo amable. Y esa personalidad cuestionable lo alejó en su primer intento.
Entonces, cuando el timbre dispuso del tiempo, tomó sus pertenencias con cuidado tras ver a su primo escapar junto a Na, lo que solía ser totalmente recurrente entre ellos y se congeló apenas dio un paso adelante. Su rostro tácito interceptó la mirada de Mark un segundo; no obstante, lo suficiente para hacerle saber que no era tan incauto como esperaba, él estaba al tanto de esa mirada castaña y preocupada.

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Misty Symphony: Church of burned romances (MARKHYUCK)
FanfictionPara Haechan, Mark es una melodía breve que tiene que aprender a dejar ir. La música no vive para siempre. A Mark no le gusta la música, le gusta Haechan. Para Haechan, Mark no es un sacerdote, pero esa es otra mentira suya. "𝘋𝘰𝘯'𝘵 𝘤𝘩𝘢𝘯𝘨...