II: Senderos de París en un lugar lejano.

Începe de la început
                                    

—¡Lo siento¡ ¿Estás bien?— Aquel chico ofreció su mano para ayudar a levantarse a la chica que hace instantes estaba en el suelo, una vez de pie Mariele sacudía su falda, su mirada se encontró con la profunda mirada de aquel chico que le cautivo por varios segundos —S-si estoy bien… no te preocupes..— Declaró Mariele quien soltaba un suspiro en señal a qué en su ser pasaba algo más, aquel ser de ojos oscuros le hacia sentir de una manera nunca antes experimentada para ella.

—Soy Mariele, un gusto…— dijo y le ofreció la mano en saludo, aron tomo la mano de Mariele y le sonrió —Soy aron, soy de ultimo año…— dijo mientras recogía los tres rollos de papel del suelo —Un gusto conocerte y adiós…—

Dijo y salió disparado a su salón, al subir las escaleras corriendo había dejado a aquella chica pensando en como era que su corazón saltaba de emoción al solo recordar aquellos hermosos ojos, su teléfono vibro sacándola de su fantasía al ver el nombre en la pantalla su sangre corrió más rápido que hace unos instantes «Pierre», la última vez que hablo con el fue en año nuevo ya habían pasado tres meses, respondió la llamada y acerco el aparato a su oído.

—¡Querida! Al fin contestas…— Aquel acento francés que aún se podía distinguir a pesar del español perfecto que el mismo hablaba, suspiraba a las palabras que salían del francés.

—Pierre… ha pasado un tiempo, ¿Qué tal va todo por allá en France?— Preguntó mientras seguía caminando hacia su siguiente clase, después de todo tenia cinco minutos de tolerancia.

—… Con algunos problemas en la escuela de idiomas, pero en español destacó por ti…— su acento junto al tono coqueto hacían que las mejillas de Mariele sintieran un calor apoderarse de ellas. —¡Pierre! Se me olvidaba lo coqueto que eres…— Mariele y Pierre habían tenido una historia interesante en Francia… Eso hasta que otra vez por culpa del trabajo de sus padres se tuvo que mudar a México.

 —¡Pierre! Se me olvidaba lo coqueto que eres…— Mariele y Pierre habían tenido una historia interesante en Francia… Eso hasta que otra vez por culpa del trabajo de sus padres se tuvo que mudar a México

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Francia, febrero 14 20..

En la punta de la torre Eiffel la vista del cielo anaranjado señal del sol descendiente para su descanso y darle su lugar a la reluciente luna de plata, los dos adolecentes de ese entonces quince años veían la plaza del trocadero cubrirse con los colores que el sol dejaba para las últimas horas de su candente y dorada luz.

Pierre quien estaba a un lado de Mariele hizo una movida bien conocida por ser un cliché romántico que cualquier persona pudiera nota, Pierre bostezo levantando los brazos y al final dejo que uno de ellos abrazara los hombros de la fémina misma que sin que Pierre se diera cuenta todo los ojos pero acepto aquel abrazo tomando el brazo del hombre recargando su cabeza en el mismo.

Me gustas Mariele…

Confesó Pierre quien sin quitar la mirada de la vista que la plaza del trocadero ofrecía, la chica por su lado volteo en sorpresa ante aquella confesión, la noche dejo caer su frío y obscuro manto sobre las calles de la ciudad luz, los pasos de ambos se escuchaban causa de lo mojado que estaba la banqueta por la que caminaban. Estaban llegando a la calle donde la casa de Mariele está…

Yo lo observaba a los lejosUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum