CAPITULO 37: "Mentiras Verdaderas"

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-Señor Rothschild, ¿acaso es fue un halago? -le sonríe juguetona ella esta vez

-"Señor" No me digas así por favor -le pide con fingida voz de dolor

-¿Por qué? No terminaste de decirme porque de pronto no puedo seguir haciendo eso si antes era prácticamente una obligación

-¿Quieres saber por qué no puedes llamarme "señor"? ¿Estas segura?

-¿Si? -contestó temerosa

-Bueno no es que no puedas, solo que tendrías que asumir las consecuencias de hacerlo -arquea una ceja insinuante

-Y sigo sin saber por qué -se burla Victoria

-Por qué me calienta

Soltó sin dudarlo y de manera impulsiva. Todo lo decidido que estaba se esfumó al ver la cara de estupefacción de Victoria, quien estaba roja y no dejaba de observar sus ojos un solo segundo

-Sé que es un vocabulario inapropiado, sé que no podemos hablar de ese tipo de temas pero... solo, se me escapó -terminó suspirando apenado.

Verlo tan vulnerable y nervioso despertó algo en el interior de Victoria, sin poder evitarlo se lanzó a su cuello atrayéndolo a sus labios y besándolo, suavemente...

En estado de shock Rothschild la recibió, no podía creer que ella finalmente estuviera besándolo, no dispuesto a hacerse esperar la acercó a su cuerpo y comenzó a retroceder hasta tenerla contra la pared, esta vez no iba a escapar y nadie los iba a interrumpir

-¿Qué...que, haces? -consiguió preguntar una agitada Victoria

-Me besaste -contesta sonriente mientras presiona sus caderas contra ella

-¡Oh! Yo... no, no sé qué, que me pasó, lo.. lo sie.. siento -tartamudeó insegura y nerviosa ante el modo tan insinuante en que se presionaba contra ella

-Deja de sentirlo -le dedica una tierna mirada mientras sostiene su rostro con adoración

-¿Qué está pasando? -consiguió decir

-Esta vez nadie nos va a interrumpir, Victoria quiero besarte, quiero que me beses, lo necesito... -aguardó por su respuesta sin quitarle la mirada de encima

-No sé qué está pasando Rothschild... ¡Matt! Esto está mal... ¡lo sé!

-No tienes por qué estar asustada, creo que nos conocemos, no lo suficiente, pero eso lo podemos resolver... -se acerca y deposita un suave y breve beso en sus labios- No tienes ni idea del efecto que tienes en mi

-No me digas eso -dijo con la angustia reflejada en su voz

-Cariño, la cena esta lista -les anunció Elizabeth desde el otro lado de la puerta

-¡Gracias abuela! -gritó sin alejarse un solo centímetro

Victoria intentó alejarse de su agarre pero él no estaba dispuesto a dejarla ir tan fácilmente, así que volvió a presionarla con sus caderas contra la pared

-...no hagas eso -le pidió en un susurro

-¿Por qué no? -sonrió burlón, sabiendo perfectamente el motivo

-Te... te estas... ¡puedo sentir todo! -soltó ruborizada

-Yo también -se acercó y depositó un suave beso en su mejilla

-Ya basta Matt, quieres que vaya a la maldita cena, entonces deja que vaya

-Mi abuela estaba espiándonos, ella nunca habría tocado a mi puerta

El Contrato ©️(SIN EDITAR)⚠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora