Uno de los más grandes problemas de estar comprometido con Draco Malfoy no era elegir la tela perfecta para las túnicas de la ceremonia, o que tipo de flores iría bien en cada uno de las áreas del salón y mucho menos el buscar un lugar perfecto para realizar la boda.
No, por supuesto que no.
Esos eran problemas menores que se resolvía con Harry diciendo sí a todo lo que eligiera su prometido.
El problema mayor era otro.
Poseía dos palabras y para las grandes fortunas de su vida estaría próximamente llamarlo suegro. Es decir, el problema que más molestaba a Harry Potter, capitán de escuadrón B del departamento de aurores y uno de los aurores más destacados del departamento, era nada más y nada menos, que Lucius Malfoy.
Concertar las clausulas para establecer el compromiso con Draco Malfoy, duro un mes.
El patriarca de la Familia Malfoy había establecido una larga lista de condiciones antes de sentirse conforme con lo pactado. Harry agradecía mucho que su padrino, Remus Lupin, haya intervenido y logrado convencer a su esposo de aceptar el acuerdo. A mediados de ese mes, Harry había comenzando a pensar que el patriarca Malfoy estaba alargando la situación intencionalmente para probar su paciencia.
Y para la diversión de Sirius Black y la desgracia de Lucius Malfoy, Harry había resistido.
El día de la firma del pergamino, Harry estaba sumamente nervioso. Debía aceptar secretamente que un pequeño pensamiento pesimista llegó a su mente y le repetía innumerable veces que no se lograría. Por eso, cuando su padre, en medio de una cena realizada con la familia Malfoy, les notificó que el compromiso se estableció satisfactoriamente, tuvo que agarrarse de la silla con las uñas para no saltar y gritar de felicidad.
Desde ese día, Harry se fue preparando mentalmente para brindarle opiniones objetivas a Draco por cualquier incertidumbre que tuviese con respecto a la boda. Su papá, James, se reía de él y le decía que estaba exagerando, mientras que Regulus lo insultaba diciéndole que era un tonto.
Al principio no les prestaba atención, pero después comenzó a comprar todos los libros sobre temas de bodas que pudiese encontrar en las librerías del Callejón Diagon, y los leyó hasta que los podia resitar de memoria. Fue en ese momento que su papá intervino.
James se acercó a su hijo y le conto que le recordaba mucho a Sirius cuando fue a pedir su mano a su padre. El joven alfa se encontraba tan nervioso que se desmayó a mitad de la pregunta, y no reaccionó sino tres horas después. Harry no pudo evitar soltar fuerte carcajada al imaginar a su padre en ese estado.
Una semana.
Ese fue el tiempo pactado por ambas familias para realizar la ceremonia de oficialización del compromiso, ante los ojos del mundo mágico.
Y al fin, ese día había llegado.
La Familia Potter Black arribó a la Mansión Malfoy, lugar elegido por Lucius Malfoy, unos treinta minutos antes de la hora acordada. Fueron llevados por un elfo al ala este de la mansión, exactamente a una amplia sala con vista al inmenso jardín de la mansión.
En el centro de la habitación, una mesa de madera en forma circular es cubierta con manteles blancos, velas y flores de pétalos blancos decoran los pies del mueble. En su superficie, un pergamino estaba desplegado y detrás se hallaba un funcionario del Ministerio de Magia, esperándolos.
De pie del lado derecho estaba matrimonio Malfoy Lupín y a su lado su hijo mayor, Draco Malfoy. Por tanto, el matrimonio Potter Black se ubicó del lado izquierdo y Harry se detuvo al lado de su papá, quedando de frente al Omega.

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El Omega de la Familia Malfoy (Harco)
FanfictionDraco Malfoy, era el décimo omega nacido en la distinguida familia Malfoy y como dicta la tradición, debe de casarse.