«Delante de él devora el fuego, y detrás de él las llamas arden. Como el huerto del Edén es la tierra delante de él; y detrás de él, un desierto desolado, y de él nada se escapa» Joel 2:3
Jaemin fue despojado de su piel y de sí mismo, ahora no es más que el títere de un poder que mueve los hilos desde las sombras. La única certeza que conoce es que todo lo que crece fuera del Edén no logra prosperar. Nunca.
Las voces a las que fue obligado a escuchar dicen que solo existen monstruos fuera del Edén y lo mejor que puede pasarle a alguien como él es ingresar a la zona segura, donde será elegido por un buen alfa y ayudará a mantener el nuevo orden funcionando.
Excepto que, en su camino hacia su idílico destino, las cosas se tuercen de una forma inesperada y aterradora.
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Holi, se me ocurrió esta idea mientras leía el cuento de la criada y sonaba Berlin U5.
