𝐏𝐀𝐑𝐈́𝐒

𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟓𝟏

𝟎𝟏 𝐝𝐞 𝐉𝐮𝐧𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟏𝟗
𝐏𝐚𝐫𝐢́𝐬 - 𝐅𝐫𝐚𝐧𝐜𝐢𝐚

𝐍𝐢𝐜𝐨

La vida da muchas vueltas, hoy estamos aquí y mañana quien sabe, y el amor nos hace cometer locuras que en el momento parece lo más sensato o la único opción que hay.

Lo que ocurrió ayer, fue un acto de amor de parte de Amelie y Ricciardo. Lo digo yo, que sé la verdad. Jamás había visto algo igual, amar tanto a alguien hasta tal punto de poner en riesgo tu vida con tal de salvar la de la persona que amas.

Mi mundo se vino abajo cuando vi a Melie desmayada, llena de ceniza en los brazos de Ricciardo y ni hablar de cuando la vi en Cuidados Intensivos. Es difícil verla en ese estado, tan débil y vulnerable debido al incendio, cuando ella es todo lo contrario.

Hace una hora que Melie despertó y me alegra que haya sido en mi guardia. Daniel, Aaron y yo decidimos nos turnamos para estar al pendiente de ella. Los médicos vinieron esta mañana para quitarle el sedante debido a que avanzó mucho durante la noche y poco a poco le fueron quitando el ventilador que servía de soporte para que sus pulmones pudieran mejorar.

Ahora sólo tiene el oxígeno y el resto de cables que miden su ritmo cardíaco.

ーNos diste un buen susto ーhabloー ¿Le vas a decir la verdad a Daniel?

ー¿Cuál verdad?

Si buscan a alguien experta en hacerse la que no sabe nada, esa es Amelie. Pero conmigo obviamente no va a funcionar.

ーMelie, tú no estabas en el departamento cuando comenzó el incendio ーreveloー. Daniel cree otra cosa.

ーNo sé de qué estás hablando...

ーSé que te golpeaste la cabeza cuando te desmayaste pero el mismo doctor dijo que no había sido tan grave ーme siento a su lado y tomo su manoー ¿Quieres que te ayude a recordar?

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Cuando Melie me llamó luego de las pruebas, jamás me imaginé que era para preguntarme si la podía llevar a una Ferretería ya que ella no conocía ninguna aquí París, a pesar vivir aquí. Lo primero que se me vino a la mente fue que ya sé había dado cuenta de que Daniel cambió la cerradura de su departamento porque perdió la llave de la manera más estúpida que he visto.

Ahora, estamos de regreso al edificio y la confusión se hace presente al ver un montón de autos, camiones de bomberos, policías y los demás habitantes en la calle. Luego, abre paso la preocupación cuando nos damos cuenta que está en llamas.

ーNo, no, no... Mi casa ーMelie se baja rápidamente del auto y su reacción es como la de todos. No podemos creer lo que está pasando.

Un ladrido llama nuestra atención y al bajar la mirada, es Zeus... Veo en dirección de donde vino y cuando me doy cuenta de que ese es el auto de Daniel pero no está por aquí, una señal de alerta se enciende. Tanto para Melie como para mí.