Capítulo 28

8.6K 380 46
                                    

Emily

Al entrar en la cocina siguiendo a mi madre hacia mi dormitorio <<antiguo dormitorio>> que este se encuentra detrás de la cocina, veo a Brenda junto a varias  chicas  y señoras mayores del personal las cuales nos miran con asombro y con mil preguntas en sus rostros.

Al entrar en el dormitorio me muerdo y cierro la puerta tras de mi. No me importa lo que mi madre piense de Cole, no pienso soltarlo y Dios que me perdone, no soportaría verlo con otra mujer. Esto es culpa de Cole que no me atreva a soltarlo, él me está volviendo loca.

—Hija explícame qué maldita cosa te estaba pasando por la cabeza con meterte con mi jefe el cual es un maldito peligro para nosotras.— dice mi madre entre dientes dando vuelta por la habitación.

—No lo siento.— las palabras salen de mi boca sin pensarlas y una risa con sarcasmo sale de mi boca. Es la verdad, no siento arrepentimiento de haber caído en las sabanas del diablo y dejarme adorar, como si yo no estuviera dañada, como si él mismo diablo Cole Torrance sería capaz de quemar el mundo por mi.

—¿Qué?!.— pregunta exasperada— ¿crees que él te esta tomando enserio?— me mira con ojos muy abiertos y pasmada y en pocas palabras me está preguntando si me a crecido otro cerebro.

Mis ojos se llenan de lagrimas, odio ser tan maldita mente débil. Por ser tan jodida mente débil no me pude defender de mi agresor y eso se sienta jodido.

Puede que ella tenga razón y Cole no me esté tomando enserio, pero es lo único que siento verdadero cuando me mira a los ojos a pesar de su mirada tan oscura y magnética.

—Ese no es el caso.— digo entre dientes.

Mi madre empieza a reírse.— Emily, ese hombre está comprometido, com-pro-metido con la señor-

—Claro que lo está madre, lo está conmigo. Lo siento si sientes que te e fallado, hemos pasado por muchas cosas desastrosas pero no intentes quitarme esto por favor.

—¿Qué dijiste?— mi madre se tapa la boca y cae sentada en mi cama, agarrado su cabello y cabeza.

—No me arrepiento. Solo te pido que me dejes disfrutar esto mientas dure.— digo con un suspiro.Si  de algo estoy segura es que cuando acepte ser la mujer de Cole Torrance es como si hubiera firmado una sentencia.

****

Estoy afuera de la oficina de Cole observando las enormes puertas dobles. Cole me a pedido que viniera y no sé con cual de sus personalidades me voy a encontrar. Luego de lo que parecen minutos situada afuera pensando si irme o tocar, me decido por la prima opción y cuando estoy apunto de irme la puerta se abre y trago fuerte.

Cole lleva otro traje puesto, una camisa color vino oscura con dos botones desechos dejándome ver su tatuaje de serpiente en el lado de derecho de su cuello. Su mirada barre mi cuerpo entero, hasta que de encuentra con mi mirada.

—Hace 15 minutos que pide verte.— dice con voz fría y mandíbula apretada.

Me muerdo el labio de abajo y sus ojos caen ahí, en mis labios y veo como traga saliva.

—Yo... estaba organizando algunas cosas.—Cole me mira por un largo momento como si me estuviera estudiando y los pelos de la nuca se me erizan. Me agarra la mano y me entra en su oficina, mis ojos viajan observando sus hermosos cuadros que cuelgan aquí. Me muerdo las mejillas al pensar en aquella ves que Cole me hizo correrme en sus dedos contra la estantería.

Cole me sube en su escritorio y me besa, metiendo su lengua en mi boca, mi núcleo se calienta y empiezo a mojarme, luego empieza a dejar besos húmedos por mi cuello.

Peligroso Deseo +18 [libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora