-Te propongo un trato mejor...- Mei estaría quemando a ese raro si estuviera presente y la imagen mental lo hace sonreír. -...tu rompes el contrato de Ángel para liberarlo...- el mencionado luce aterrado y desesperado, acurrucado pero mirando al menor con una súplica que este ignora. -...y no te romperé la cara- termino con una gran y brillante sonrisa, mientras Husk no sabía si admirar su valentía y golpearlo por su tontería.

-¿Crees que puedes amenazarme y salirte con la tuya, pequeño bastardo?- gruñó, luciendo furioso, apretando los dientes con ira.

-¿Has escuchado el dicho "No juzgues a un libro por su portada"?- se llevó la mano a la oreja, haciendo aparecer su bastón en un movimiento practicado y teatral que estaría seguro que a Macaque le encantaría. -Déjame decirte que mi alma no es lo único que brilla- golpeó el suelo con el extremo de su bastón, creando una ola de poder fuerte y dorado que tomo a todos allí por sorpresa. La oleada hizo retroceder a Husk, su pelaje y el de Ángel erizado ante la muestra de poder, observando con los ojos bien abiertos como Valentino tropezaba y caía de sentón.

-¿Niño?- Ángel no podía entender del todo lo que estaba viendo, aferrándose a los brazos de Husk cuando este llego a su lado y lo abrazo, el gato maldiciendo entre dientes pero con una gran sonrisa dibujándose en su rostro. Sabían que el chico era mucho más fuerte de lo que aparentaba pero era muy diferente verlo en persona, sentirlo, era impresionante.

-Entonces...- MK se acerco a Valentino, empujándolo con el extremo de su bastón para dejarlo acostado del todo y apoyando su arma en el pecho de este, apoyándose apenas, solo lo suficiente como para que el otro sintiera presión y la amenaza de que podía romperlo si quería. -...¿Tenemos un trato?- su mirada dorada es fría y su expresión seria, con poder puro rodeando su pequeño cuerpo y sacudiendo apenas tanto su ropa como su cabello, los extremos de su bandana ondeando como si hubiera viento presente. -O puedo hacer mucho más que solo amenazar, puedes elegir- se encogió hombros con fingido desinterés.

-Eres un...- cualquier insulto que Valentino quiso soltar se vio ahogado por tener que apretar los dientes, el arma sobre su pecho haciendo presión, algo en su interior quebrándose y amenazando con romperse. Él luce furioso, enojado, pero con ese cierto miedo y terror que viene cuando te encuentras con algo más fuerte que tu.

Al final, con un poco más de presión y un crujido audible, no tiene otra más que cumplir.

-¡Maldita sea!- levanto su mano, una nube de humor rojizo formándose por encima de su palma y retorciéndose hasta tomar la firma de un contrato con una gran firma en la parte inferior que dice "Anthony".

-Oh, un bonito papel~- MK lo agarro antes de que el otro pudiera reaccionar y ante la atenta mirada de todos, lo rompió en varios pedazo, que cayeron y no tardaron mucho en desvanecerse. Husk se aferro a Ángel, notando como la cadena rojiza que rodeaba su cuello se volvía humo, una señal de libertad repentina que ninguno se lo esperaba. -¿Eso es suficiente, Husk?- miro de reojo al gato alado.

-Si, niño. Es libre- asintió él, sorprendido por como se habían desarrollado las cosas, dejando que la araña ocultara su rostro lloroso en su hombro.

-¡Genial!- asintió con satisfacción, volviendo su atención a la polilla. -Por si acaso, te lo advierto, no te metas con Ángel ni con cualquiera del Hazbin Hotel o...- extendió una de sus manso, apuntando directamente al rostro ajeno, la llama de su mano iluminándose con poder dorado acumulado y eso fue suficiente para hacer al otro temblar con una expresión tensa, llena de odio apenas disimulado.

Valentino no tuvo otra opción más que irse, mascullando amenazas e insultos, sin atreverse a detenerse al sentir la mirada dorada fija en su nuca, alejándose con pasos rápidos y firmes, su mente ya empezando a correr para ver como hacer funcionar su negocio a partir de allí.

Así, se quedaron ellos solos, la tensión rota por el suspiro lleno de alivio del menor.

-Al fin se fue- MK se relaja, sacudiéndose apenas, preguntándose una vez más como alguno de sus amigos podían mantener esa postura firme y amenazante por tanto tiempo. -¿Lo hice bien?- se volteo a ver al par, quienes solo pudieron parpadear. Era impresionante como el chico pasaba de intimidante y poderoso a lucir inocente y dulce una vez más, sonriendo con cierta vergüenza. -Mi amiga Mei me estuvo enseñando algunas tácticas de intimidación- agregó con cierto orgullo, le hubiera gustado que su amiga lo hubiera visto, seguro estaría orgullosa.

-Eres un maldito loco, niño...- Husk silbo con cierto asombro, sin saber como sentirse del todo respecto a ese pequeño chico vivo que había caído en su mundo por alguna razón peor aliviado y agradecido por ello. -...pero eso, fue genial- acarició la espalda de la araña, quien temblaba, sin saber como reaccionar aún al parecer. -¿Cómo lo hiciste?- aun no tenían muy en claro cual era el alcance de su poder pero esa pequeña muestra les daba una clara señal. Era muy poderoso.

-Soy mucho más de lo que aparento~- sonrió enormemente, inflando el pecho con cierto orgullo, aunque se sentía preocupado por su amigo que parecía sollozar contra el pelaje negro. -¿Está bien?- hace un gesto, ansioso, y el felino abrió la boca para hablar pero el otro se le adelantó.

-¡Eres un maldito idiota, loco, metiche!- Ángel se separó bruscamente del agarre ajeno, su rostro estropeado por el maquillaje corrido y las lágrimas que aun corrían. -¡Nunca te pedí tu estúpida ayuda!- MK bajo la vista con cierta pena, temiendo haber cruzado un límite que no sabía que existía, sin moverse mientras el otro se le acercaba. Espero cualquier cosa, quizás más gritos o un empujó, así que abrió los ojos con sorpresa largas extremidades los rodearon y lo alzaron, siento medio aplastado contra el cuerpo ajeno. Dudo, con las manos flotando, sin entender. -Soy libre, soy libre...y todo gracias a un enano que apenas me conoce- el menor parpadeo, sintiendo como el más alto enterraba su rostro en su hombro, manchando y mojando su ropa en el proceso. -Gracias, gracias, gracias- hay una corriente de agradecimientos, con la voz rota y apenas entendibles entre sollozos pero MK lo entiende.

-De nada- apoyo sus manos contra la espalda ajena, acariciándolo suavemente, tarareando con una suave sonrisa mientras el agarre a su alrededor se hacia un poco más fuerte. -Me alegra haber podido ayudar~-

~Monkie Kid~ 6️⃣Where stories live. Discover now