Capítulo 2

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Sehun se despertó con una de las peores resacas que había tenido nunca. No se sentía realmente como una resaca, y no era capaz de recordar haber bebido mucho, ¿pero qué más podría darle tal dolor de cabeza? Era peor que un dolor de cabeza. Más como una migraña.

Levantándose de la cama, Sehun se tambaleó y casi pierde el equilibrio. Se estabilizó contra la pared mientras su dormitorio daba vueltas a su alrededor. Cerrando los ojos, Sehun tomó aire y esperó a que el mareo se esfumara. Cuando lo sintió así, empezó a caminar por su habitación, usando la pared como soporte. Necesitaba tomar algo para su dolor de cabeza. Un par de analgésicos, puede. O un par de botes de analgésicos.

Después de alcanzar por fin el baño y saquear el armario de las medicinas, Sehun se agarró al lavabo, mirando hacia el espejo. Había círculos negros bajo sus ojos enrojecidos, y su cara parecía agotada, casi tan blanca como la piedra del lavabo.

Sehun estaba a punto de moverse cuando se dio cuenta de algo en su reflejo. Frunciendo el ceño, Sehun se acercó más y examinó las marcas de su hombro. Era una serie de pequeños puntos rojos, en forma de luna creciente. Vacilante, Sehun intentó tocar una. Puso su mano atrás con un siseo. Picaba mucho.

Mientras buscaba por un antiséptico que probablemente no tuviera, Sehun pensó cómo había conseguido la marca. Honestamente no podía recordar nada más allá de ir al club con Jongin, y recibir una bebida colorida del camarero. Nada de eso explicaba porque tenía una marca de un mordisco en el hombro. ¿Había vuelto a su piso con Jongin después y habían sido más bestias de lo normal?

Sehun volvió a su habitación y encontró su móvil en el suelo. Se debió caer de su bolsillo cuando entró tropezándose tarde la última noche. No podía recordar llegar a casa. Eso nunca era bueno.

Cogiendo su teléfono, Sehun se encontró con que ya tenía algunos mensajes de Jongin, preguntándole que le había pasado. Estaban mandados la noche anterior.

Frunciendo el ceño, Sehun le respondió: ¿No estaba contigo?

Mientras esperaba por una respuesta, Sehun se fue a la ducha. Se sentía pegajoso, probablemente de haber estado en el club, y no ayudaba el hecho de que había dormido en vaqueros. Por lo menos tuvo el sentido para quitarse la camiseta antes de meterse en la cama.

Sehun apretó los dientes mientras el agua caliente golpeaba la marca en su hombro, haciéndola arder. Se dio la vuelta, pero el agua seguía golpeando el otro lado de la marca. No importaba como se colocara seguía sintiendo dolor.

Dolor. Los ojos de Sehun se abrieron. Algo sobre el dolor le era familiar. Algo-

De repente el agua se volvió fría. Sehun aulló, entonces miró a la alcachofa de la ducha, como si tuviera la culpa. Si no hubiese estado tan preocupado tratando de encontrar una posición cómoda para ducharse, no se habría quedado sin agua caliente.

Saliendo de la ducha, Sehun se secó y se cambió. Cuando miró su teléfono tenía un mensaje de Jongin.

No. La última vez que te vi fue cuando Luhan y yo nos fuimos a bailar.

Sehun contestó: ¿Quién es Luhan?

¿Estás de broma? Te lo presenté la noche pasada.

No lo recuerdo en absoluto. ¿Me pusiste algo en la bebida?

¡No! ¡Ni siquiera te tomaste la bebida que te compré!

Sehun frunció el ceño. Tampoco recordaba eso. Estaba empezando a preocuparse sobre lo que había pasado. Pero había encontrado su camino a casa, y no había sido robado. Eso tenía que ser algo.

TURNED (HunHan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora