Prologo

17.8K 852 46
                                    

Si, definitivamente los demandare. Demandare a Disney por hacerme creer que los castillos son hermosos y con muebles cantarines, bueno tal vez eso no porque en todo caso estaría loca. Aunque bueno... ahora donde me encuentro, si se lo dijera a alguien más si pensaría que estoy loca. Trato de acomodarme en mi silla de madera, complemente incomoda. Miro a la izquierda y todos están en silencio, miro a mi derecha y todos están igual; en silencio y esperando el veredicto final.

A pesar de que yo no estoy en el estrado me siento mucho más nerviosa que el acusado. Siento las gotitas de sudor que corren por mis sienes y por mi cuello. Intento anotar cada detalle en mi libreta de notas, pero los nervios y he de admitir que también el miedo me impide escribir de forma legible.

El hecho de que esté rodeada por una comunidad de vampiros, quienes toman sangre humana y que cada uno ha sido advertido de mi presencia en el juicio, no es nada alentador. Lo que me hace recordar el pasado, hace dos años no pensaba cuando acepte la propuesta de Alex, mi mejor amigo, de ir a Rumanía con él para hacer una investigación de 'La vida en Los Cárpatos' nunca imagine con lo que me iba a encontrar.

El acusado, Damián, estaba narrando su coartada cuando uno de los peores asesinatos ocurrió hace un par de meses atrás contra todo un pueblo, perpetrado supuestamente por él. El bolígrafo escapaba de mis dedos porque mis manos están demasiado sudorosas además de que siento una mirada sobre mí. Busco por toda la sala en busca del posible acosador o acosadora y ahí está ella, la Condesa Elizabeth Báthory o 'La Condesa Sangrienta' aquella que asesinaba a chicas jóvenes, puras y vírgenes para bañarse con su sangre.

Todo mundo pensaría que la mujer está muerta. ¡Pero no! Es parte del Ministerio Vampir; bueno estoy entre famosos no he de quejarme, al menos el héroe rumano, Vlad III o mejor conocido como Vlad el Empalador y referencia para escribir Dracula, me ha tratado bien, aquel hombre que en sus años de apogeo fue famoso por sus tan originales y crueles métodos para empalar a sus enemigos. Aun lo sigue siento entre el mundo de los no muertos.

— ¡Eso es todo! —dijo Dreagan, el juez y verdugo—. El veredicto final para Damián Strigon —deje de mirar a la Condesa para enfocarme en uno de los vampiros que se levantó, parte del jurado si lo trasladamos a los juicios con humanos comunes y corrientes, llamado Julián.

— Damián Strigon es culpable.

Esperaba murmullos, gritos ahogados o sorprendidos, pero nada. Todo mundo sabía que él era el culpable, incluso yo. Mi corazón, el único que funciona entre los presentes, late con tal intensidad que quizás esta por darme un paro cardíaco. Pues tengo sentimientos extraños en mi interior, ya que a pesar de que nunca llegue a ser cercana al vampiro, él siempre me trato bien y ahora lo único que siento es decepción.

Dreagan, el rey del clan Vampir, se pone de pie, toma su estaca y va hacia donde está el acusado; mis manos forman puños y las uñas se clavan en la palma de mis manos, se lo que va a pasar, mas no puedo apartar mi mirada, realmente quiero ver lo que está a punto de pasar. Dreagan no lo dudó ni un poco y con fuerza clavo la estaca en el corazón de Damián, su hermano.


My Immortal (Fény 1#)   |   EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora