En un universo alternativo de Dragon Ball, después de la angustiante batalla en Namek, Goku regresa victorioso pero marcado por la profunda experiencia de ver morir a su hijo Gohan a manos de Freezer. A pesar de lograr la resurrección de Gohan graci...
Goku yace en el suelo, exhausto y con lágrimas en sus ojos. Su mirada se cruza con la de Vegeta, tratando de expresar algo, pero las palabras se atoran en su garganta. La tristeza se refleja en sus ojos, una tristeza profunda e insondable que parece trascender las barreras de la batalla.
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Vegeta, recordando su propia derrota humillante en Namek, se acerca a Goku y se sienta a su lado. Deja de lado su orgullo, consciente de la gravedad de la situación de Goku. En un gesto inusual, Vegeta decide acompañar a Goku en sus últimos momentos. Mientras mira a su rival, que yace en el suelo con el peso de la derrota, Vegeta suspira y le habla con sinceridad:
"Kakaroto, esta vez no puedo hacer nada para cambiar el destino. Pero sé cómo se siente estar en tu situación, sentir la impotencia y el dolor. La tortura que me provocó Freezer en Namek me enseñó eso. No importa cuánto luches, a veces simplemente no es suficiente. Aunque nunca pensé que estaría aquí, junto a ti, recordando esa lección. Quizás esta vez, ambos hemos llegado demasiado lejos. No sé si hay algo después de esto, pero lo que sea, espero que encuentres paz."
En ese instante Bulma y Yajirobe llegan en una nave, apresurándose a bajar, pero quedan atónitos al ver el desastre que rodea la escena. La cabeza decapitada de Krilin yace en el suelo, un macabro recordatorio de la tragedia que acaba de ocurrir. Bulma, al ver la cabeza de su amigo frente a ellos, se desmaya.
Vegeta, consciente de la llegada de Bulma y Yajirobe, busca ayuda para Goku y le grita a Yajirobe con urgencia:
Vegeta: ¡Hey, gordo! ¡Ayuda a Kakaroto o algo!
Vegeta, quien estaba cuidando a Goku, nota a Bulma en el suelo. Y a pesar de su orgullo característico, deja de lado su actitud orgullosa y carga a Bulma en sus brazos, mostrando preocupación en su rostro.
Yajirobe, nervioso ante el caos, se acerca a Goku con una semilla Senzu en la mano, la única esperanza para el Saiyajin maltrecho. Goku, aceptando la semilla, recupera sus fuerzas, aunque su expresión refleja el peso de la batalla y las pérdidas sufridas.
Bulma, todavía inconsciente, es llevada por Vegeta, cuyas acciones revelan una faceta más compasiva. Yajirobe, aún temeroso, se dirige a Goku, inseguro de la verdadera magnitud de los eventos:
Yajirobe: Goku... ¿estás bien?
Vegeta, sosteniendo a Bulma en sus brazos, ordena a Yajirobe que deje a Goku en paz, sugiriendo que la recuperación física de Goku es solo el principio de las complicaciones tras la brutal batalla.
Vegeta, con Bulma aún desmayada en sus brazos, y Yajirobe abordan la nave, dirigiéndose al Palacio de Kamisama. La nave se eleva en el aire, dejando atrás la escena de destrucción y caos. Mientras surcan los cielos, Vegeta sostiene a Bulma con cuidado, su expresión revelando una mezcla de preocupación y agotamiento.
Vegeta, en un raro gesto de consideración, coloca a Bulma en un asiento y la acomoda para que esté más cómoda durante el viaje. Yajirobe, sentado en la parte trasera de la nave, aún nervioso por lo que acaba de presenciar, no puede evitar mirar de vez en cuando hacia donde está Goku.
